
El movimiento libertario y la recuperación de viejos conceptos editado en Diagonal núm. del 2 al 15 marzo 2006

Aqui a la paradeta del Mercat dels diumenges a St Antoni Abel Paz, Adolf Castaños i Manel Aisa tractan de fer arribar l’anarquisme 10 de febrer de 2003
EL ANARQUISMO HOY
.
Publicado en el periódico quincenal de Madrid “Diagonal” en marzo de 2006.
Con la llegada de la máquina de valor, y más tarde la electricidad y el generador, se paso por todas esas etapas que conocemos como la Primera y la Segunda Revolución Industrial. Y al principios en Inglaterra movimientos como el Ludita hicieron frente a la primera de las máquinas, pero inmediatamente fueron aplastados y ejecutados todos aquellos que no veían con buenos ojos la producción en cadena, luego los explotados se fueron organizando, en lo que hemos conocido como movimiento obrero, y nacieron las Internacionales, las Sociedades y los Sindicatos, que sin duda hoy quedaron atrás y el movimiento obrero que lucho contra la explotación del hombre por el hombre y sus injusticias, también quedo poco a poco desdibujado y descafeinado. Ahora las centrales sindicales pueden ser cualquier cosa, menos un instrumento de lucha de la clase obrera.
Sin embargo mientras haya injusticias, mientras haya unos que oprimen a otros, el derecho a la rebeldía debe de ser un acicate para cada una de las nuevas generaciones.
En España el movimiento libertario ha tenido sus singularidades que difícilmente encontramos en otros países incluso de nuestro entorno.
La CNT se constituyo después del desaguisado de la Semana Trágica de Barcelona en 1909 cuando los reservistas catalanes se negaron a defender los intereses particulares del Conde Romanes y del Marqués de Comillas en el Rif, mientras el gobierno español argumentaba la tragedia de Barcelona como una revuelta del separatismo catalán, nada más lejos de la realidad. Para corregir estas malas interpretaciones los obreros catalanes agrupados en “La Sociedad Solidaridad Obrera” decidieron crear una organización a nivel estatal, para poder contrarrestar las interpretaciones gubernamentales y así un año más tarde en un congreso de Solidaridad Obrera nacía la Confederación Nacional del Trabajo que un año después en 1911 tuvo su primer congreso e inmediatamente su primera clandestinidad dictada en esta ocasión por el gobernador Civil de Barcelona Portela Valladares. Las cárceles se llenaron de anarquistas y sindicalistas y ya nadie daba credibilidad a la fugaz organización sindical cuando en 1915 de nuevo empiezan a salir las publicaciones libertarias, mientras que Europa está en plena fiebre de la Gran Guerra.
Mientras tanto la burguesía catalana se aprovecha de la sangre vertida en Europea y llena sus arcas sin ningún tipo de escrúpulo trabajando tanto para Aliadófilos como Germanófilos, sin embargo esa burguesía continuará dando salarios de miseria a sus empleados y ni tan siquiera reciclaran sus fábricas.
En ese contexto de la Primera Guerra Mundial donde corría la abundancia y el despilfarro en los circuitos burgueses de las principales ciudades españolas los hijos de los obreros seguían muriendo de desnutrición, así el sindicalismo catalán, valenciano, etc no tuvo más opción que radicalizarse.
Terminada la Gran Guerra y con la escasez de pedidos provenientes de Europa la crisis se acentúo sobre todo en los sectores industriales con una gran bolsa de parados y las fábricas continuaron explotando sin escrúpulos a los obreros a un a pesar que ya en 1919 se consiguiera en España la jornada de 8 horas.
Con la lucha de las Huelgas de la Subsistencia, La Huelga General de 1917, Ferroviarios y por descontado la Huelga de la Canadiense en Barcelona.
El anarcosindicalismo de la CNT de aquel entonces gracias a los acuerdos tomados en el Congreso de Sans de 1918 y a la práctica cotidiana del Cooperativismo y la autogestión, apostó por la Construcción de una “Sociedad Paralela”, mientras que la Patronal Catalana se organizaba como Patronal Española con la única obsesión y objetivo de terminar con el anarcosindicalismo de la CNT y para eso contó con todas las artimañas y tejemanejes de los que se pudo dotar a partir de las experiencias y guerra sucia de los personajes del espionaje alemán de la Primera Guerra Mundial como Bravo Portillo, después el Barón de Koenning y todos los cuerpos represivos puestos a su disposición a través de su gobernador Civil y Militar Martínez Anido y el General Arlegui y por descontado, con la creación de un Sindicato Libre (de pistoleros) puesto a disposición de los patronos. En ese marco de violencia el movimiento libertario sufrió lo indecible y tuvo que resistir y defenderse de las agresiones que les llegaban de todos lados.
En Plena dictadura de Primo de Rivera cuando las cárceles están repletas de anarcosindicalistas y con la llegada de una nueva generación el movimiento libertario se fue de nuevo radicalizando una vez más, primero en las Playas de Valencia con la creación de la FAI pero sobretodo con la llegada de la República y el empuje de las Juventudes Libertarias que ya no estaban por la construcción de una “Sociedad Paralela” sino como diría Juan García Oliver “por la Gimnasia Revolucionaria” para hacer la revolución.
En ese marco estalla el Alzamiento Nacional diseñado por el General Emilio Mola, que será frenado por los obreros en las principales ciudades españolas.
El movimiento libertario dueño de las calles en Barcelona celebraran a los dos días una asamblea de Sindicatos y Militantes del movimiento libertario donde García Oliver y algunos sindicatos como la FL de Hospitalet propondrán ir hacia el “Todo” mientras que otros, la mayoría optaran por colaborar con las diferentes opciones políticas constituyéndose el Comité de Milicias.
Así historiadores como Abel Paz nos señalan que la Revolución española duró mientras estuvo en funcionamiento el Comité de Milicias ( hasta septiembre / octubre 36) mientras que los historiadores más generosos alargan éste periodo hasta “los hechos de mayo del 37”.
Después la guerra, el caos, la desolación, el exilio y la muerte
Con la llegada del Franquismo España se lleno aun más de cadáveres, las cárceles repletas y el miedo se instalo en cada rincón de la Península y el tiempo diseco las ideas, había que aniquilar el conocimiento obrero nacido de los ateneos, escuelas racionalistas y de los sindicatos anarcosindicalistas.
Tan sólo unos pocos inconformistas pusieron su generosidad sobre la mesa y continuaron luchando por dignidad (pero en ningún momento por la democracia)como Raúl Carballeira, Sabater, Facerias, en definitiva los Maquis.
La larga noche del eterno Franquismo hizo adormecer los corazones, pero como todo, cayo como fruta madura, “en la mal llamada transición”.
Con la llegada de la transición y los miedos a la involución, hizo que los partidos pactaran una constitución diseñada por el franquismo, el atado y bien atado de Franco quedaba patente, el parche sin duda quedaba mal cosido y ¡ya se sabe!, ¡las cosas mal arregladas terminan por romperse!.
Sin embargo y a toda costa los partidos políticos llamados de izquierdas también estaban de acuerdo en el punto aquel que había que olvidar o tergiversar. Así Franquistas y Partidos de izquierdas “demócratas todos” tenían claro que había que ocultar que aquí, en éste país había existido un movimiento obrero capaz de organizarse, con el conocimiento salido de los ateneos libertarios y obreros, escuelas racionalistas y de los sindicatos anarcosindicalistas y que eran capaces de organizar una sociedad mucho más igualitaria, sin los tejemanejes de otras sociedades como la URSS
Así nacía el Pacto de la Moncloa que sólo tuvo la oposición del movimiento libertario con la cabeza visible de la CNT.
Es esas circunstancias y a pesar de que en ciudades como Barcelona resurgió con fuerza la CNT uno de sus primeros errores fue creer que en 1976 estábamos como en el 36, nada más lejos de la realidad, entre otras cosas los ateneos libertarios se convirtieron en correas de transmisión de los sindicatos cenetistas olvidándose del papel que debían haber adquirido, algo así como “escuela de militantes”, pese a la falta de formación y crítica libertaria, en una buena parte de la juventud libertaria existió la generosidad que unos pagaron con la vida y otros con la cárcel. Luego los grupos de presión con sus luchas internas y por descontado hechos como el “Caso Scala” echaron el resto.
A partir de ahí poco a poco el movimiento libertario se disgrego en varios sindicatos y grupos y apenas tuvo papel político en la vida ciudadana, pero ha estado presente en muchos comportamientos personales de la vida cotidiana.
Con la llegada de una nueva generación a finales de los años 90 y con el afianzamiento del movimiento okupa y los movimientos antiglobalización de claro signo autogestionario en su mayoría, el movimiento libertario a dejado a un lado los purismos del 36 y las luchas internas del 76 para convertirse en un movimiento donde sobretodo prima la resistencia a un capitalismo sin escrúpulos que está devorando el Planeta.
Así actualmente el movimiento libertario está cada vez más llenando de contenido los movimientos vecinales y sociales denunciando a sectores especulativos y distorsionadores que en concomitancia con el poder político se han dotado de todas las leyes y reglamentos que les permiten la impunidad.
Estamos en un periodo en que el capitalismo tiene carta blanca y en algún momento habrá que echarle el freno, para ello hace falta que los movimientos sociales sigan creciendo y se interrelacionen.
Por el momento, podríamos decir que, hoy el movimiento libertario es el más conservador de los movimientos sociales, como diría el buen amigo José Maria Nunes pidiendo a gritos “no más conurbaciones urbanas”, o dicho de otra manera “no más cemento”, “olvidaros de las canteras”, “queremos que los tomates vuelvan a ser como antes”, “no más automoción”, las ciudades están hechas para vivir no para especular, en definitiva no queremos saber nada de vuestro sistema caótico, por que el capitalismo salvaje que nos ocupa esta basado en el caos, el egoísmo, la destrucción y la muerte colectiva
Y no es que el movimiento libertario este en contra de la evolución y la modernización, si no que la entiende desde la equidad y en el beneficio de todos, por que entre otras cosas el conocimiento y el trabajo acumulado de las anteriores generaciones no puede ser Patrimonio de una clase privilegiada sino Patrimonio Universal de Todos.
Mientras tanto, habrá que seguir insistiendo, ya que ciudades como Barcelona tienen un interesante tejido social pero que apenas se interrelaciona en contadas ocasiones, muy a pesar de los constantes intentos e iniciativas que caminan en esa dirección, como por ejemplo hace algún tiempo “El debate libertario” o más recientemente “Repensar Barcelona, Recuperar la Ciudad” y otras iniciativas que desde luego no han faltado.
Sin duda estamos viviendo en un periodo un tanto autista de la sociedad, y por descontado el movimiento libertario no está ausente de ese autismo puesto que nuestra cotidianidad nos relaciona con el Todos (como por otro lado debe de ser). Sin duda para corregir esa mala interrelación del tejido social, que está inmersa en la cotidianidad de todos y salpicada de los valores por los que tanto apostó el capitalismo hace falta recuperar viejos valores del anarquismo como el Principio Federativo tanto de las personas como de los colectivos y por supuesto la Ética y el Apoyo Mutuo que nos aportó Piert Kropotkin.
En definitiva no se trata más que de recuperar viejos conceptos que nos permitan una mejor convivencia entre iguales y el respecto por el entorno que nos rodea o seguir en el caos de aquellos que nos dictan leyes y nos quieren organizan la vida bajo sus conceptos de clase y sus primas de triunfalismo basados en el egoísmo.
Manel Aisa