https://redeslibertarias.com/2024/02/08/cuatro-pasos-entre-los-anarquistas/
Manel Aisa Pàmpols
Cómo llegué a la Federación Local de la CNT de Barcelona en 1977 , creo que fue un poco de carambola, ya que si bien estaba todo por hacer, también era evidente, que como militante libertario, le poníamos una gran dosis de voluntad, pero era evidente que estaba todo por hacer y encima, introvertido como era en aquella época, la cosa no resultaba fácil, ¡pero, no sé sí!, en el propio sindicato de la construcción molestaba un poco mi presencia, la cuestión es que me enviaron a la Federación Local en representación, como delegado del Sindicato Construcción, para cubrir las funciones de Secretario de Organización y allí estuve un año, y vaya año, el más movido e interesante que ha vivido el propio movimiento libertario después de la vuelta a la legalidad. De todas formas, creo que, desde el sindicato, me mandaron a la Federación Local para que no anduviera demasiado por Construcción y no metiera las narices donde se movían muchos por un llamado Comité que llamaban “el submarino” una especie de Comité Nacional clandestino.
Hasta hoy, pocas veces he parado para reflexionar sobre aquel tiempo, que me toco de cerca, ayudar a construir, aquello que fue el movimiento libertario, desde un lugar de responsabilidad, como era la Secretaria de Organización de la CNT en la Federación Local de Barcelona, todo aquel año de 1977 y 78, en concreto empecé con mi nuevo cargo, pocos días antes del mitin de Montjuic, seguramente era el mes de abril de 1977, ya había pasado los momentos más álgidos de la Huelga de Roca en Gava, que como secretario de Organización apenas tuve participación.
Recuerdo que tuve que ir a buscar las llaves de la Federación Local de CNT AIT, para hacer oficial el traspaso de comité, que entonces estaba en la calle de Puertaferrisa, y su secretario general, era Alberto Hernando, me dio las llaves, y me puso al corriente de la documentación generada por la organización y los entresijos de aquel local.
Alberto Hernando era un trabajador de Telefónica, pero todo un intelectual que más tarde estuvo en la órbita de Ruedo Ibérico. Alberto Hernando hace unos pocos años nos dejó, y él me comentaba que aquella primavera fue de mucha efervescencia, Alberto formaba parte del último comité en clandestinidad y yo entraba en el primer comité local de la CNT digamos legalizada, ya que unos días después de aquel primero de mayo de 1977, Juan Gómez Casas y otros entregaron los estatutos en gobernación, haya en Madrid, para que el sindicato fuera legalizado.
En memoria de Camili Berneri Plaza del Ángel (1937-1977)
En aquel local de Puertaferrisa, era un antiguo local de la CNT que más tarde se quedó Falange Española y de las Jons y después de la CNS , es un local que llega a la CNT a través de los CNS cinco puntistas, que estuvieron en aquella aventura de mal recuerdo, en el local, al primer piso, se entraba por un pequeño pasaje donde había una escalera que subía hasta el primer piso, ya llevaba un tiempo ocupando la CNT y Alberto Hernando me ponía en guardia de lo que por allí pasaba, donde aseguraba que el ambiente era de euforia, pero bastante caótico, “tendrás faena”, me aseguró.
Por aquel local de Puertaferrisa como Federación Local de la CNT estuvimos muy poco tiempo, ya que pronto quizá una semana o dos, no más, se alquiló el piso de plaza Real.
Los compañeros del sindicato de oficios varios, fueron a partir de entonces los que regentaban aquel espacio, que a los pocos meses ampliaron tirando una pared y ocupando el piso contiguo a lo que teníamos.
Los locales del inicio de aquella aventura libertaria en Barcelona estaban en Pasaje la Paz, (del Sindicato del espectacular), Puertaferrisa del que ya hemos hablado y en la calle Méndez Núñez donde el gabinete de abogado de la CNT del que recuerdo al ex MIL Emilio Pardiñas, tenía su gabinete y de allí iban saliendo los sindicatos cada uno con su dinámica y buscando su independencia, así es como se multiplicaron los sindicatos en poco tiempo sobre todo a partir de mayo, junio de 1977, también es probable que ya existiera el local de la Verneda que también serían los cincopuntistas quienes conseguirían aquel lugar, que creo que de alguna forma, todavía perdura.
En aquella época, junto con Cases, Torremocha, Sebas Puigcerver, nos dedicamos a visitar y buscar espacios para la CNT, yo ya había encontrado por mi cuenta el local de la calle Hospital 115 para el sindicato de la Construcción, y andábamos pintándolo a ratos libres con Luis Andrés Edo y un par de pintores que eran conocidos como “Madriles”, que alguno de ellos ya lo conocía de la infancia en el barrio chino, ya que vivía en la misma calle Cadena como yo.
Bien, mirando locales estuvimos visitando el local de Riereta lo que sería el sindicato de Artes Gráficas en “Can 60”, también estuvimos a punto que coger el local de la calle Aurora donde más tarde estaría el museo de la fotografía, era una antigua fábrica de sopas, que al final desistimos, aunque tenía cuatro plantas, y muchos metros cuadrados, pero tenía una buena parte del espacio que el suero eran tablones de madera y algunos en movimiento, por ello lo descartamos todo y que el alquiler era bastante menos, que el que luego pillaríamos para la Federación Local en la Plaza Real, este local de Plaza Real había pertenecido al pintor Pere Pruna, que había llegado a Barcelona con la tropa de los nacionales, era un falangista catalán en su juventud, al entrar en el local los pintores del sindicato de la construcción pintaron de blanco todas las paredes de aquel espacio, y debajo dejaron para siempre los esbozo de un pintor y sus apuntes. Otro de los espacios que estuvimos visitando para la gestión de la Federación Local, fue el Bar Glaciar que podías entrar por Plaza Real y salir por la Rambla en un laberinto de recovecos que nos llevaban de un lado a otro, la idea inicial era la de un comedor popular, para la gente del sindicato y la gente con pocos recursos, pero ese proyecto, nunca lo llegamos a realizar.
El piso de Plaza Real se alquiló como una empresa de alta costura, para pase de modelos, cuando la propiedad, que era de una Marquesa que vivía en la calle Moncada frente al Museo Picasso se enteró fuimos a verla Benjamín como tesorero y yo (Manel Aisa) como secretario de organización, cuando lo que quería la Marquesa era renovar el contrato porque la habíamos engañado, lo único que quería era más dinero, y a partir de entonces decidimos poner el tema en mano del abogado de la CNT, no recuerdo quién fue, ya que me desentendí del tema.
En la Federación Local de la CNT estábamos con Jesús García Aguagría que era del sindicato de la madera fue designado como Secretario General, después estaba Fernanda del Aguila “Fer” en prensa y propaganda que era del sindicato de Sanidad, también tenemos en el equipo a Benjamín que estaba en el sindicato de Banca, no recuerdo bien su apellido así como otro compañero para jurídica que tenía gabinete con varios abogados una o dos veces por semana, no recuerdo su nombre, pero creo que también era del sindicato de Sanidad y, Cristina en el comité Pro Presos, que al terminar marchó a Suiza y nunca más supe de ella y por último yo Manel Aisa como Secretario de Organización.
A nivel local, la CNT organizativamente estaba todo por hacer, ya lo he comentado antes, así que tuvimos prácticamente que empezar de cero, y poco a poco ir tejiendo redes, es decir, cada semana había una reunión de delegados de sindicatos que se reunían en plenaria para decidir cómo se organizaba y que se decía como Federación Local, también todas las secretarías hacía lo mismo al menos, tanto Prensa y Propaganda como Organización.
Referente a lo que era de mi responsabilidad, Secretaria de Organización, teníamos nuestro garito, al entrar en el local de Plaza Real a la izquierda y allí nos reuníamos al menos una o dos veces por semana, ya que teníamos que marcar las nuevas directrices de la organización en plan público, pero también clandestino, teníamos dos misiones en una, y tuvimos que aprender aceleradamente, conmigo en aquella pequeña oficina nos reuníamos todos los responsables de organización de los sindicatos de la Federación Local, recuerdo que entre otros, estaban dos de los que más tarde estarían implicados en el caso Scala como eran. José Cuevas y su compañera de entonces que creo era María del Pilar, o sea, que al menos éramos 10 o 12 personas en cada reunión. Lo principal de nuestro sistema de inicio de la secretaria de organización, ¿cómo organizarnos, pública y clandestinamente y en eso estábamos en aquel entonces, existía el convencimiento que tarde o temprano se presentaría en los locales de la CNT, los fachas o la propia policía secreta sin identificarse, teniendo como referencia los sucesos del gabinete de abogado de Atocha donde fueron asesinados varios miembros de CCOO, así que maquinamos una estrategia para cuando ocurriese dicho trance.
Para empezar en cada sindicato tenía que haber varios militantes que protegieran el local, para ello debía de saber dónde estaba digamos una serie de utensilios para responder una posible agresión exterior, también donde había los suministros de agua y electricidad que debía saber dónde estaban en cada local que protegían, así como linternas y demás utensilios, caja de herramientas, de posible necesidad en caso de resistencia, todo ello, era muy discreto y no debían saberlo, más que la gente de organización y algún compañero que daba soporte, más o menos iba en relación con la apertura del local de 5 de la tarde hasta el cierre, los compañeros no implicados no debían por qué saber nada sobre este plan de defensa. Principalmente con estas medidas recuerdo que quedaban protegidos los locales de Plaza Real, y Gráficas en Riereta sobre todo cuando había alguna asamblea general como fue el caso de las Asambleas de Gasolineras, también tomábamos medidas en el local de Hostelería en la calle del Carmen, había otros Sindicatos que eran autónomos como Metal y Transporte, que igual tenía una infraestructura mejor que la nuestra, etc.
Otra de las cosas que nos dedicábamos era a recoger información sobre grupos y personas de extrema derecha, las matrículas de sus coches y todo lo relacionado con ellos, llegamos a tener una buena base de datos, que no sé dónde fueron a parar, en aquella época estás cosas eran muy útiles para saber con quién tenías que enfrentarte.
Al margen de todo este entramado de organización también había un grupo como máximo ocho compañeros, que era un grupo de choque en Manifestaciones, por si nos pudiéramos encontrar con fascistas, era un grupo de compañeros muy autónomo que creo recordar que intervino en alguna ocasión (pocas) en una calle adyacente de las Ramblas, al aparecer un grupo de fachas y ellos fueron la punta de lanza para la defensa.
Como he dicho antes, una vez por semana había el Pleno de la local, donde delegados de todos los sindicatos acudían con sus acuerdos y propuestas, que por lo general tenían el mismo recorrido, y así poco a poco se iba reconstruyendo el tejido organizativo que se realizaba, y el Comité Local se limitaba a llevar a la práctica todos los acuerdos que el Pleno de Sindicatos, era capaz de llegar a un consenso, allí recuerdo como delegados a Cases, de Espectáculos, como también recuerdo a Tomás Ibáñez que fue donde lo conocí y otros muchos.
Siempre el que dirigía los Plenos era el Secretario Jesús García, un hombre del sindicato de la Madera, extraordinario compañero que se había destacado en las luchas de la construcción en Santa Coloma de Gramanet, por mi parte, siempre fui un currante, pero poco dado al discurso, y creo que a “Fer” del Aguila también le pasaba lo mismo, no nos gustaba intervenir mucho en público, pero hacíamos nuestra faena de la mejor manera posible.
Es de resaltar la cantidad de anarquistas extranjeros que acudían a Barcelona para ver in situ, lo que se estaba tejiendo en aquel lugar y los Plenos de la Federación Local eran un buen momento para ver el pulso de la organización, incluso hubo anarquista de otros lugares que se quedaron a vivir en Barcelona solamente para estar cerca de los acontecimientos, el debate, que en aquel momento era apasionante en muchos aspectos, esa esperanza que despertó de golpe en muchas sensibilidades.
En aquel momento prácticamente todos los actos que se acordaban en los Plenos de la Federación Local, fuera una manifestación, un mitin o encuentro de cualquier índole del movimiento libertario que la Federación Local asumía su organización, me tocaba a mí gestionar la legalidad con las autorizaciones correspondientes con la policía, y me tocaba ir a la comisaría de mi barrio para firmar las responsabilidades frente a la policía, actos como el de 1.er de Mayo en la Guineueta, los mítines en el Palacio de Deportes de la calle Lérida y más de un debate incluso en iglesias o lugares de centro social, siempre había que pedir permiso o dar a conocer al comisario en Jefe de Doctor Dou, que al final ya nos conocíamos bien y venía a almorzar al Terra Alta que estaba en frente de la Pizerría Rivolta. Allí el comisario podía almorzar con la peña del barrio como “el Contreras” que era muy amigo de lo ajeno, pero buen compañero, o miembros de grupos autónomos.
Una de las veces me toco ir a Gobierno Civil para hablar con el Gobernador y discutir con él, el recorrido de una manifestación que al final paso por donde yo (CNT) defendía, que era pasar por la calle Aragón, mientras que el gobernador ofrecía otra alternativa que no acepté.
Hay un hecho interesante que a veces se nos escapa, se trata de la okupación del periódico Solidaridad Nacional y la Prensa en la calle Consejo de Ciento/ Villaroel.
Un día antes nos convocaron para estar a las 9 de la mañana en el sindicato de Gráficas que estaba en la Calle Villaroel casi tocando a Ronda de San Antonio, era un sábado y a la vez que había un pleno regional en Barcelona, unos cuantos compañeros, unos 20 o 25 más o menos que, una vez en el sindicato de artes gráficas, allí se nos explicó el objetivo de la operación y fuimos directos a la redacción del periódico en cuestión.
Conocía bien, aquel edificio, ya que había trabajado en una empresa importante de publicidad de la ciudad cuando tenía unos 15 años y cada mañana iba a buscar varios ejemplares del periódico Solidaridad Nacional y la Prensa para la empresa de publicidad donde se comprobaba que efectivamente se había publicado los anuncios que contrataban a través de la misma.
El hecho es que los primeros que entramos en aquel edifico éramos Inma de Construcción y yo con un sobre en la mano que daba a entender que llevábamos un mensaje para el periódico, detrás de nosotros un montón de compañeros, Inma inmediatamente se puso al teléfono de la centralita que estaba tras una ventanilla de recepción y empezó a llamar a las personas que habían maquinado aquel acto, entre ellos, Eliseo Bayo, Luis Andrés Edo y alguno más, la reivindicación era pedir el patrimonio de la CNT, la prensa, la idea era llamar a José Peirats a Francia para qué se personará inmediatamente en Barcelona y se pusiera al frente de la redacción de Solidaridad Obrera, como el que fuera último director del Periódico Solidaridad Obrera, era el 7 de julio de 1977, yo me dedique a subir al terrado y colocar una pancarta que llevábamos, reivindicando el patrimonio de la CNT, creo recordar que había un par de compañeros del sindicato de gráficas y del ateneo de Sans con los que pusimos la pancarta en el terrado, también estaba en un primer momento el compañero Félix (Vasco) y Galo había la idea de que los compañeros que estaban celebrando el pleno regional de la CNT vinieran hasta el lugar y ellos continuarán el pleno regional de Cataluña de la CNT, en aquel espacio, de hecho creo que con ellos llegaron los fotógrafos, ya que del primer momento no hay fotografías. Una vez se consiguió llamar la atención, no había ningún objetivo más, así que se negoció la salida y a nadie se le tomó la afiliación, así que tuvimos la suerte de salir con un pasillo de polis, que se quedaban con las ganas de darnos con la culata de su subfusil.
Después tuvimos el mitin de Montjuic en el cual ayudamos a montar el escenario, de hecho, parte del escenario son las mesas de pintor que tenía yo en el almacén de mi padre, mesas de empapelar de pintor, que sirvieron para aquella ocasión y otras maderas que pillamos en el Sindicato de Construcción.
Después de tener todo aquello de Montjuic más o menos preparado para el mitin, no había nadie en aquella inmensa explanada, tan solo los colegas del ateneo de Sans que se encargaban de crear una especie de intendencia, llamada “una barra de Bar”.
Nosotros nos fuimos los tres a echarnos un poco mientras nos fumábamos un canutillo, y a la vuelta nos encontramos que toda la explanada de la fuente estaba abarrotada, no podíamos dar un paso hacia adelante, de vez en cuando, por altavoces se pedía que el secretario de Organización subiera al escenario, pero, era bastante difícil llegar hasta donde Jesús García el Secretario de la local me reclamaba.
Aquel día, después del mitin, todo el mundo y sobre todo los viejos anarquistas estaban entusiasmados, y se oía decir aquello de que estamos como en el 36.
A la hora de recoger el escenario, ya que la mayoría era de mi responsabilidad, y yo lo había traído y ahora tocaba llevármelo, pero entre los canutos que nos habíamos fumado y la euforia que teníamos encima, colocamos las cosas sobre la baca de mi Renault 8 y nos fuimos, pero nos olvidamos de atar bien fuerte todas las maderas que llevábamos para la mesa del acto, total que a la primera curva, salió todo aquel material por los aires y fue a parar a la puerta del cuartel de la policía nacional de Casa Ramona, por allí había algunos policías que se lanzaron al suelo con las pistolas en la mano, por todo aquel estruendo que había ocasionado el no atar para nada las maderas que llevábamos en la vaca del coche. Fue de un pelo que no se liaran a tiros. Por suerte en aquella época no existía los medidores de alcoholímetro, ni de drogas, porque, sino, nos hubiese caído una buena, de todos modos, estuvimos un buen rato, allí con la policía que bien no sabía qué hacer con nosotros, si detenernos, cachondearse, o pasar de lo ocurrido. Al final nos retuvieron un rato y luego nos dejaron ir.
Estábamos inmersos en el efervescente verano de 1977 donde la vida la vivíamos aceleradamente, pero por un momento nos creímos los dueños del cortijo, como si ahora sí, podíamos capear con nuestras nalgas jóvenes y fuertes que podía sacar pecho ante los grises cada tarda en la Rambla, como desafiantes echando un pulso a los grises, que se refugiaban con sus pelotas de goma, sus botes de humo y sus contundentes porras, que son capaces de dejarte huella durante una buena temporada.
Ya hace un tiempo escribí sobre las Jornadas Libertarias, y tuve la oportunidad de recordar a Emma Cohen, Fernando Fernán Gómez, o al Living Theatre a Judith Manila y Julian Beck, espero con impaciencia que algún día aparezcan las fotos que me hizo Judith Manila por la Rambla de Barcelona, la calle Hospital, Cadena o San Pablo, mientras acompañaba a esos dos monstruos del teatro como eran Judith Manila y Julián Beck , desde el tenderete de las Jornadas Libertarias de las Rambla a la altura de los almacenes “Sepu” hasta el mismo Salón Diana, ella no paro de hacerme fotos mientras chillábamos todos juntos a la hora de vender el periódico que acababa de salir “Ha salido la -Soli- el hacha de la burguesía”.
Del Parque Güell recuerdo ver por primera vez “el pueblo en armas” y el “entierro de Durruti” que traían en bobinas los compañeros italianos de la Federación Anarquista Italiana, si fue la primera vez que vi aquellas imágenes y me impresionaron mucho, creo recordar que no había sonido, solo imagen pero era suficiente por el momento, ya que trasmitían el sentimiento de aquel 1936. También por unas horas de noche nos tocó vigilar el perímetro del Parque Güell donde se escondían algunos chavales para tirar piedras al escenario de las jornadas, por lo que había que estar a la guai.
Los debates espontáneos, el primero de ellos ayudé a montarlo con los compañeros de la revista “Alfalfa” se trataba de organizar los debates espontáneos que se realizaban en una zona de arbustos, creo recordar que, el tema iba de antinucleares, una vez se empezó con este debate, luego ya se iban animando y formando nuevos corrillos con otras problemáticas y el debate y la discusión se puso en marcha, sin duda los compañeros tenían ganas de hablar y discutir y compartir opiniones. Por último recuerdo que estuve un buen rato en un tenderete de la Federación Local de Barcelona, con “Fer” y algunos más, aquel entonces teníamos un compañero chileno que vino con un libro que era “El primer Manifiesto del Anarquismo” de Anselme Belleguarrigue, que creo se afilió a Construcción o gráficas, bien años después me enteré de que era un agente infiltrado de la CIA, por aquel entonces vinieron a la CNT todo tipo de personas infiltradas y este buen amigo resultó ser un agente de CIA que debía pasar los informe que mejor considerara.
Mitin Boicot elecciones sindicales Jordi y Manel montando la pancarta, en las cocheras de Sans
Ahora que hace 46 años de aquella manifestación contra el Pacto de la Moncloa, por el Paralelo, igual es el momento de hacer una reflexión sobre, qué llegó a pasar y cuál es nuestra mirada, ahora, después de tanto tiempo que vimos, pasar el aire fresco de una pequeña revolución, que no supimos aprovechar, nuestro momento, quizá no éramos tantos, los que creímos “en un mundo nuevo que está creciendo a cada instante”. Pero ahora, ya poco importa, lo que creíamos en aquel momento, lo que es seguro, es que seguiremos en la brecha, esperando el instante que nos ha de hacer vibrar de nuevo y sentir que no hay nada finito, que si fuimos pocos no importa, nos volveremos a ilusionar y creer y echarnos el mundo por montera, ya que para algo creemos en la libertad, en lo libertario, en definitiva sabemos que no hay en este planeta otra solución que el anarquismo, pese a quien le pese, y pese incluso a los anarquistas. ¡Oh, revolución anarquista o al Carajo!.
También con referencia a las Manifestaciones, mítines, o cualquier acto organizado por la Federación Local de la CNT , siempre había un discreto servicio de orden que se encargaba de la seguridad del acto que fuera, ya fueran un mitin o una manifestación, todos los acontecimientos, se preparaban días antes en la secretaria de organización para observar que hacía falta sobre el terreno, así por ejemplo recuerdo que el día 15 de enero de 1978, nosotros como sindicato de la construcción asumimos la organización de la seguridad de la manifestación por la parte posterior, ya que era una Manifestación convocada por el Comité Regional que no, por la Federación Local.
Y sí es verdad que por nuestra parte detectamos los cocteles, y hubo la discreta vigilancia para impedir que se tiraran en el recorrido de la Manifestación, que era nuestro cometido y así fue la cosa, cuando desde el Comité Regional se desconvocó la manifestación ya tocando a Plaza España, una buena parte de los compañeros propusieron ir hasta la Modelo, como casi siempre que había una maní, se terminaba con una visita a la Modelo que pocas veces se conseguía, pero si llegaba el follón a los oídos de los presos, hecho que al menos provocaba una cierta alegría de los que estaban dentro.
Para acabar, hay que recordar que en aquel momento había un conflicto laboral de la fábrica de la empresa “Bimbo” y numerosas personas de la fábrica estaban defendiendo sus reivindicaciones sociales y salariales en aquella manifestación del 15 de enero de 1978.
Ya terminada la manifestación y todos contentos por lo que en definitiva era una manifestación que se nos había oído, con más de 10000 personas en la calle, estando todavía en el Paralelo, haciendo el vermut dominguero en un bar de aquella avenida, nos esteramos de lo sucedido en la sala de fiestas Scala, e inmediatamente sabíamos que nos iba a salpicar.
Aquella tarde en el local del Comité Regional en la calle Princesa, casi tocando el parque de la ciudadela, tuvimos una asamblea de militantes, todavía no se sabía nada de cierto, ni las detenciones, todo eran rumores y todo eran divagaciones, recuerdo que al final se decidió que algunos compañeros desaparecieran por un tiempo, ya que la implicación con la CNT era la detención de alguno que tuviese algún cargo o fuera un militante destacado. En aquella reunión no había más de 20 compañeros, éramos muy pocos.
Otro de los hechos que me encontré aquellos días fue el día que hubo un motín en la Cárcel Modelo de Barcelona en 1977, los hechos que recuerdo era ya tardé que estábamos cerrando el local de Plaza Real cuando sonó el teléfono y volví abrir la puerta que ya estaba cerrada y al ponerme al teléfono era un expreso que acababa de salir aquella semana y nos informó de que está “La Modelo en llamas”.
Inmediatamente, cambiamos nuestro xip, de fin de semana, y nos quedamos junto al teléfono de plaza Real, todo cambio en un instante, y lo primero que decidí fue que alguien de los que me acompañaba, en aquel momento, cogiera un taxi y fuera a visualizar el que estaba ocurriendo aquel día en la Modelo, y efectivamente a los 10 minutos, nos informó de lo que estaba ocurriendo, siempre desde fuera sin poder pasar de un punto, pero suficiente para saber mucho más que nosotros. Pronto me dediqué a llamar por teléfono a todos los que podían ayudar de alguna manera, algunos no los encontré en casa, pero si pude conectar con algún abogado, que fue de los que se llegó a implicar, también conseguí hablar con el Comité Regional, y también con la gente de Pro Presos, e inmediatamente ellos, se pusieron en marcha, con cuanto en aquel momento se podía hacer, que no era mucho, más que intentar frenar desde el exterior la represión que se avecinaba. Por allí los compañeros de la COPEL llevaron adelante su lucha por la libertad de los presos, por la abolición de las cárceles.
Sindicato Espectáculo Pasaje la Paz, asaltado y quemado parte del local.
Otro de los acontecimientos del momento los encontramos en las tertulias que se organizaban en aquella época en la AISS de Vía Layetana, por lo general en aquellas tertulias que recuerdo alguna como la que se organizó sobre “Los hechos de Mayo del 37 ” donde participó el Centro de Documentación Histórico Social con su presidente Ernest Núñez dirigiendo el acto, al lado de Abel Paz, Manuel Cruells y Federica Montseny y Wilebaldo Solano. Y aprovechando aquel momento en la Plaza del Ángel, se puso una placa en recuerdo de Camilo Berneri, donde vivía en Barcelona el mayo de 1937, que era en la propia Plaza del Ángel, tocando a Vía Layetana, de donde salió detenido por los comunistas del PSUC que lo asesinaron, apareciendo su cuerpo días después, muy cerca del ayuntamiento de la ciudad, allí en ese acto de la colocación de la placa conocí a Balanski un anarquista búlgaro que andaba exiliado por París.
Hay otros momentos como la Huelga de Gasolineras, donde con mi coche y un par de compañeros anduvimos parando varías gasolineras, solo recuerdo una gasolinera que no pudimos parar, era en Castelldefells, donde había un cuartel de la guardia civil al lado y en aquel momento tenían dos jeeps en la gasolinera. Lo que recuerdo, que aquel día llegamos a parar una gasolinera, y una chavala que iba con nosotros en el coche, dijo: “ostras, esta gasolinera es de mi padre”, aquel día dormimos en casa de esta chavala que vivía en la Diagonal/ Balmes de Barcelona, con lo que en aquella CNT estaba claro que había gente de la alta burguesía y del chino como yo. Que vivía en la calle Cadena.
Otros momentos espectaculares , fueron la segunda huelga de Gasolineras, o la huelga del Transporte, y las movidas del sindicato del Transporte de la CNT de aquel entonces, asalto al sindicato del espectáculo de la CNT, Boicot a las elecciones Sindicales, En encierro en las cocheras de Sans para qué se destinará a centro social del barrio, como en las cocheras de tranvías junto a lo que fue el Matadero, hoy día un instituto que estuvimos ocupando por un tiempo para que no fuera otra cosa, más que un espacio destinado a lo social, la detención de Jotglar y las manifestaciones por la libertad de expresión, o las Jornadas de Osona.
También cabe recordar el asesinato de Agustín Rueda, en marzo de 1978, y el entierro en Sallent que fue toda una reivindicación del anarquismo, pero también de impotencia cuando en el propio cementerio nos sentimos rodeados por la guardia civil y uno que venía conmigo, grito bien fuerte: “Cuervos”. Y el silencio posterior fue de angustia e impotencia.
Para terminar, comentar que era un clásico de todos los días al atardecer, los saltos de manifestaciones en la Rambla, en la federación local llegamos a instalar un amplio botiquín para curar las pequeñas heridas de los enfrentamientos con la policía. Teníamos gente de sanidad, que incluso para la ocasión se vestían con su bata blanca.
Quedan otros detalles por dar a conocer de aquella época, pero ya tendrán su momento.
Solo me queda una reflexión que al menos pusimos los primeros granos de arena para construir una nueva playa en el verano de 1977 a 1978 e intentamos dar cuerpo a una organización como mejor, siempre hemos sabido y creído que era una organización donde, había que tener capacidad organizativa, y la información llegará a todos sus afiliados y la autogestión fuera el motor de arranque y defensa.
Manel Aisa Pàmpols