En Recuerdo : a los 100 años de Diego Camacho Escámez nacido en Almería el 12 de agosto de 1921
12 agosto 2021 por manelaisa | Editar



Diálogos con ABEL PAZ, siempre atemporales , azarosos de un tiempo y una historia sin un destino concreto.
en otras muchas ocasiones era Ricardo Santany y de vez en cuando Diego Camacho Escámez , y por supuesto siempre nuestro Durruti (segunda parte)
Manel Aisa Pàmpols
Encuentro disperso, de un largo recorrido donde tratábamos de entender ese nuevo tiempo que acababa allí donde se quedó, no en el 1939 como todo historiador de la guerra civil marcaría, sino probablemente un tiempo antes, a pesar de todo, los sueños van parejos con las utopías, y seguimos queriendo saber aquello que ocurrió y de cuánto aconteció para entender alguna cosa, de nuestro posible futuro.
Conversaciones entre Diego Camacho y quién esto escribe que se pierden a lo largo del tiempo, y que no son cronológicamente marcadas, sino que a veces todo lo contrario, todo está en el recuerdo que va y viene no siempre en la misma dirección.
En definitiva son momentos atemporales, recogidos en pequeños apuntes a lo largo de muchos años y retenidos otros en la memoria, que por el momento nos obstinamos a perder, el tiempo impepinablemente es nuestro enemigo, a la vez un pozo que cultiva el conocimiento, un conocimiento y saber estar a lo largo de varias vidas que pueden pasar en un instante y esfumarse.
tres días antes de dejarnos en 2009 Diego Camacho
¿QUÉ TAL DIEGO, cómo vas?
Teníamos proyectado ir a Belchite Aragón con la caravana de Dieter Gebauer , Valeria una de sus amigas, Olga y yo.
Diego ya muy cansado, pero a la vez con muchas ganas de venir con nosotros, en primer lugar para conocer la caravana de Dieter que no llegó a viajar nunca con ella, todo y que con Dieter había viajado Diego por media Europa en los buenos tiempos de sus giras por Europa, que de alguna manera creo dio visibilidad a su historia en buena parta de la Europa digamos alternativa desde Suecia, Alemania, pasando por Txequia, Eslovaquia, y naturalmente Francia, Italia etc. Aunque en este último país tuve la suerte o privilegio de Viajar con Diego y así dar nuestra visión de la revolución en la Universidad de L’Aquila, en los barrios de Roma ,y la Universidad de la Sapienza.
En fin, la curiosidad de Diego le empujaba a conocer aquella casa con ruedas, con la que Dieter se presentaba y además el proyecto de viajar hasta Belchite, aquella batalla mítica entre las columnas libertarias y el fascismo, el resultado, es que hoy día todavía quedan los restos de aquel acontecimiento del 36-37 y el deterioro del olvido con el paso del tiempo. O sea la curiosidad en Diego existía se gustaban muchos deseos por cumplir en aquel viaje, pero su cuerpo sin duda estaba avisando, y él en silencio, en su interior sabía leer e interpretar todo lo que su mente le estaba anunciando. De hecho, el último fin de semana, como siempre, habíamos cenado unos cuantos en su casa para hacerle compañía, aquel día preparamos la cena, estaba Txema Bofill, Lumi, Valeria, Olga , yo y algunos más que ahora no recuerdo, pero esta vez no dijo “Al salir cerrar la puerta” por qué yo tenía llaves, hay que saber que la puerta de Diego no se cerraba de golpe, sino que había que abrir y cerrar con llave, me estoy refiriendo al último piso de la Calle Verdi 106 cuando paso del 4 al entresuelo para no tener que subir las escaleras, bien en ese entresuelo no existía el golpe de la cerradura, por lo queda dicho de abrir y cerrar siempre con llave. Así al despedirnos él nos acompañó y recuerdo que le dije: “Vendré antes de irnos a Belchite por si te animas”.
amigos del cine y termina antes de despedirse de comentar las escenas más candentes del momento. Observamos o mejor oímos el sonido de los bronquios de Diego al respirar con dificultad, ya que él con algo de sigilo escuchaba con el audífono de la calle los comentarios que cada uno de nosotros resaltamos aquel momento, sin duda Diego como un agente de Anacleto escuchaba tras el auricular nuestros comentarios y observaciones que rondaban en qué nuestro Durruti apenas comió y ni tan siquiera bebió de aquel vino navarro peleón que con frecuencia tenía sobre la mesa y que el paquete de ducados sé consumía sin apenas darle una calada; en fin , él quería venir con nosotros, pero al final el tiempo de aquel mes de abril era bastante frío y lluvioso, por lo que se desdijo y lo dejamos para otra ocasión, aunque tanto él como nosotros intuíamos que el final estaba cerca, pero uno siempre guarda la esperanza del día a día, ¡un día más quizá!, para luego repetir esa frase el tiempo qué haga falta.
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siguiente ya los dos solos después de comer los dos juntos y mientras lo hacíamos, como intuyendo alguna cosa, empezamos repasando un poco lo que tenía que ser, o suceder en un futuro inmediato, hablamos de muchas cosas, pero en su mirada y en su consciente estaba la despedida, y Diego sus cosas también las quería dejar atadas aunque algunas de ellas ya le importaban un carajo, otras si pudiera se las llevaba consigo mismo, entre ellas el modo de entender el anarquismo, hacía ya un tiempo que creíamos que él era nuestro último Mohicano y de alguna manera entendía, que en el anarquismo ya nada sería igual sin la gente de su generación y de alguna manera él representaba el último gran guerrero de aquella historia de amor a la libertad, si bien es verdad que tras su ida, aún quedaban algunos de su generación que guardaron la esencia del anarquismo de los treinta, ya los podías contar con la palma de la mano.
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Me volvió a repetir aquello de que el hombre fuerte de la revolución realmente era Juan García Oliver, que de hecho cuando eran jóvenes íbamos en su búsqueda para escuchar su discurso.
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Después hablando de la Revolución me decía por qué carajo Durruti se llevó de asesor a Pérez Farras que en definitiva era el militar que con la Generalitat les había hecho abortar la insurrección del Alto Llobregat en 1932 y el tema de que no fueron capaces de cruzar el Ebro en el 36, si en vez de montar su centro de control en Bujaraloz no hubiesen parado hasta cruzar el Ebro otra cosa hubiese cantado en esta guerra, en lo que de otra manera decía Francisco Carrasquer en su libro de “La pérdida”.
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Hablamos de muchos temas, y de todas las épocas, por ejemplo en cuanto a la Biblioteca Ascaso Durruti de Montpelier a quiénes había que llamar, las personas que debían hacerse cargo de buena parte del material que quedaba en el piso y también del dinero; referente al dinero de sus ahorros de toda la vida que hacía más un año que lo tenía en casa, casi a la vista de todo visitante de la pensión Verdi , cuando empezó la crisis bancaria de les Hipotecas Basura “sub primes” en Estados Unidos principalmente y la poca confianza en los bancos Diego, él ya apenas salía de casa y hacía unos años que me había convertido en su apoderado es decir, que mi firma tenía validez para sacar el dinero que hiciera falta en cada momento y el momento que Diego entendió que era el momento fue a finales del 2007 o principios del 2008 dejando una pequeña cantidad en un banco que tenía sucursal en la esquina de la plaza del Diamant por qué por allí llegaba el tema de las pensiones que tenía.
En principio, tal como Diego dejo dicho, la gran mayoría de ese dinero debía ser para Ascaso Durruti después de pagar los gastos de la funeraria, que en ese momento calculamos en bajo coste, al menos no recuerdo que habláramos de grandes cantidades para ese reparto que debía de establecerse.
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También Hablamos de su hijo, había que avisar inmediatamente en caso de que pasará algo, él no debía de preocuparse de nada, por qué con él ya estaba todo resuelto, temas hereditarios, que conmigo no quiso entrar a comentar en ningún momento y dijo Diego “ese tema ya lo tratamos y lo tengo resuelto”
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Después y referenciando una documentación original guardada en un sobre donde había una serie de documentos cartas de la época de la revolución en su mayoría relacionados con Durruti que debía tener el destino final del Instituto Social de Amsterdam, por otro lado, los libros lo que entendemos como la biblioteca de Diego en su bloque que debían ser para la Biblioteca Ascaso Durruti de Montpelier y una pequeña parte de la documentación sobre todo la documentación relacionada con Francia o país aledaños.
Otra parte, toda una serie de objetos o folletos, así como su documentación personal eso debía de quedar en el enciclopèdic, en definitiva objeto o documentos que en ese momento no sé consideraban de importancia o tenían el aspecto de burocráticos, los contratos de edición etc, que él consideraba de poca importancia también en ese lote podian haber las cartas y postales y demás documentos o no con el movimiento libertario de algunos de sus viajes o relacionados con ellos recortes de prensa etc, si el Centro de Documentación Histórico social sé lo podía quedar si era de su interés.
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Había varios proyecto inconclusos; dos de ellos a destacar que era Puig Elías y el CENU, y el otro estaba en torno de Ada Martí, que ya tuvo su intento de editarlo con la Editorial Virus hacía un tiempo. Referente a Puig Elías y el CENU, tanto Valeria y Diego ya había comenzado a valorar la documentación que tenían y la que faltaba para completar y llevar a cabo el proyecto, aquel día Diego insistió para que convenciera y mantuviera a Valeria en el proyecto, ¡Vamos que no decaiga y lo deje en el Olvido! , era importante mantenerse al margen, pero estar un poco atento para que no cayera el proyecto en saco roto.
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También repasamos y hablamos sobre la documentación de Ada Martí y comentamos varios nombres de mujeres historiadoras del movimiento libertario que podía hacerse cargo de la documentación y trabajar esa historia apasionante de Ada, para que la historiografía de Ada Martí tuvieron buen puerto, Al final Diego creía que la mejor opción era la de Antonina Rodrigo, sin duda ella podía hacer un buen trabajo.
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Había entre los papeles unos escritos incompletos de su historia en el exilio que consideraba de poco interés y que no valía para nada que se llegarán a editar. Una especie de Memorias hasta el 1954. Consideraba que era una historia de poco calado y de poca implicación como a la insinuación mía de escribir sobre la llegada a Barcelona en 1977 y los primeros momentos de la transición que podían ser de gran ayuda o aval para nuestra generación, pero él siguió considerando que no valía la pena entrar en esos periodos porque eran decadentes, al menos le faltaban la frescura de otras épocas.
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Aquí tuvimos un paréntesis en el sentido de que si había alguna cosa que él quería escribir y editar era un tanto novelada, pero real a la vez con referencia a una monja de la cual también ¡digamos que se enamoró Diego! estando en el reformatorio de tuberculosos. Bien Diego un tanto en broma, pero seriamente me contó alguna de las pequeñas anécdotas con aquella monja que llegó a conocer a principio de los 50, al final siempre me quedó la duda de si era una más de sus argucias o en algún porcentaje de verdad había en todo ello, referente a su pasión con la monja. O si fue simplemente un sueño erótico del joven Ricardo Santany.
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Otra cosa importante de lo hablado aquel día giraba en todo al conjunto de toda la documentación que él había generado de su propia persona y consideraba que nadie de los actuales pretendidos anarquistas de nuestra generación osará acercarse a su personalidad, es decir ¡Qué nadie de tu generación, ni tu hermano Ferran ni la Dolors ni él Amoros, ni nadie parecido toque todos estos papeles!, es mucho mejor dejar correr el tiempo y ya habrá gente dentro de 20 o 30 años que pueda hacer una mirada más amplia, en todo caso la única persona que podía tener esa visión que Diego reclamaba era la de gente más joven y la referencia era sin duda Valeria, ese era el criterio de Diego para con su biografía Diego estaba en ese momento muy preocupado por Valeria que había perdido a su padre hacía poco tiempo, por un ataque cardiaco y ella había pasado un periodo duró tratando de ubicar de nuevo su pensamiento, de alguna manera estaba descubriendo una parte de su padre un tanto olvidada, pero creo que equilibraba de alguna manera con Diego.
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Otro de los temas que tratamos, era un tema que anteriormente hacía unos años que habíamos intentado esclarecer, pero en aquella ocasión no tuvimos éxito, ahora se trabaja de volver a insistir en aquella posible historia de dónde habían ido a parar los cuerpos de Ascaso, Durruti y Ferrer, ya que con toda seguridad había salido de sus mausoleos para ser enterrados clandestinamente en algún nicho del mismo cementerio, gracias a un compañero de la FAI, que Diego había podido averiguar, pero en aquella época esas cosas no eran fáciles ni estaban a la mano de cualquiera que preguntará había que hurgar en la documentación total que ya lo habíamos intentado y ahora no teníamos las referencias a mano, me dijo el nombre, pero ya no recuerdo de quién era el compañero que prestó el lugar funerario ni el número del nicho, quedamos que él a la vuelta de Belchite me buscaría todos los datos para seguir en nuestra tarea de recuperar la historia. Ese dato esperó que algún día aparezca en algún rincón entre los papeles de Diego o por qué no en alguna de las libretas o agenda que yo solía utilizar en aquella época, el problema es que ni recuerdo el año y si alguna vez he repasado esta documentación, nunca he sospechado de ninguna referencia que tuviera la apariencia del ser lo que andamos buscando.
Esa referencia también puede estar entre la documentación que llegó a Amsterdam de Diego, en Montpelier Ascaso Durruti o en el Ateneu Enciclopèdic.
Aunque Diego, ya sabía todo el recorrido de aquellos huesos de sus estimados Ascaso y Durruti desde el primer momento, pero siempre se guardaba la esperanza de alguna pista fehaciente nueva.
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Después hablamos de los derechos del libro de Buenaventura Durruti “el Proletariado en armas” el copyrigth siempre era una preocupación para Diego, los derechos de autor, y más teniendo en cuenta que existía la oportunidad de realizar una película basada en ese guía que salía de su libro del “proletariado en Armas” la preocupación con la posibilidad de hacer una película sobre Durruti todo iba en referencia a qué, si la iniciativa venía de fuera de España lo lógico es qué lo tratará la gente que gestiona el Ascaso Durruti, pero si la cosa se producía en España los derechos de autor los debía gestionar el propio Ateneu Enciclopèdic, incluso si había nuevas ediciones como el caso de la edición de la edición del Durruti de Mundo.
Por el momento no se ha dado el caso, creo que solo la FAL ha editado y reeditado el libro, y por el momento no sería cuestión de andar en pleitos con la FAL, ya qué creo que no tiene demasiado sentido sobre todo teniendo en cuenta lo que representa la edición de un libro de una editorial alternativa como creo que es el caso de la Fundación Anselmo Lorenzo que aunque tenga el respaldo de una organización no creo que logre entrar en los mercados del libro.
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Otra de las preocupaciones de Diego (Abel Paz) era que su biblioteca tuviera una relevancia e importancia que los libros de la temática social y anarquismo le hacía adquirir una singularidad importancia, por eso, su deseo de que los libros de anarquismo se leyeran al menos con cierta atención y por qué no, que sirvieran para crear opinión, debate, pensamiento y reflexión. Por ello aunque había invertido dinero y tiempo y con agradecimiento después de mucho buscar ubicación, creía qué si el Centre de Documentació Històric Social conseguía por fin un espacio adecuado donde se dieran las condiciones el mejor lugar donde deberían estar sus libros era en Barcelona, y en esa caso entrar a formar parte de nuestra biblioteca en definitiva tener una biblioteca o apartado Ascaso Durruti en el Ateneu Enciclopèdic, bien diferenciado.
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Otro de los temas o punto que aquel día decidimos tratar, como haciendo un repaso de los ¿qué hacer? que teníamos por delante ante la pregunta ¿qué hacemos con tu cuerpo cuándo mueras? La respuesta aireada de un primer momento de Diego, fue rápida y concisa : “Tirarme al mar, o dejarme en una cuneta o en la fosa común”. Después con algo más de racionalidad empezó a hablar de dónde realmente le gustaría terminar, quizá fue donde empezó buena parte de esa aventura apasionante del anarquismo militante, sus ateneos libertarios y sus no menos gratificantes Juventudes Libertarias.
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Que teníamos que hacer con su cuerpo, es decir, incinerar, y después echar las cenizas en la playa de Mongat allí donde se reunían en verano los compañeros y compañeras de las juventudes libertarias sobre todo los del Ateneu la Farigola del Clot, su ateneo libertario de donde salió todo aquello que fue con sus amigos y compañeros del grupo Quijotes del Ideal y todas las vivencias que llegaron a realizar en aquel lugar, también los de la Agrupación Cultural Faros, etc. No es por casualidad ese espacio sino sencillamente que dijo Diego “fueron los mejor años de mi vida”, de una vida sin duda acelerada de acontecimientos que hicieron posible vivir con intensidad y agitadamente .
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Después hablamos de la Maestra del piso franco que tenía yo con unos amigos y amigas de la infancia y el cual sirvió de escondite para algunos compañeros en especial un andaluz cordobés Juan creo que se llamaba, que tuvo que exiliarse en Francia y no pudo volver hasta pasados 15 años después, volvió y se instaló en un pueblo del norte de Lleida (Tudela de Segre) hablamos de ir un día ver a Juan a su nueva casa que seguro nos recibía con todos los requisitos, pero el cáncer se lo llevo muy temprano. Durante una temporada nos encontrábamos en los mítines de la CNT en las Cotxeres de Sans donde Juan nos recordaba que podíamos visitarlo cuando quisiéramos y el tiempo que quisiéramos mientras con Diego recordaba las pequeñas aventuras pasadas en Barcelona o en Toulouse. En el tiempo que Juan estuvo escondido en la calle Párroco Ubac, Diego recordada a la Maestra, que le montaba orgías a Juan y a quién se presentase por el piso en un frenesí de libertad, anarquismo y sexo y Diego siempre recordaba esa etapa, donde solía pasar a visitar a Juan y al grupo femenino que aquel día estuviera por ahí.
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También repasamos el tema del Mercat de Sant Antoni donde desde que empezó a editar de nuevo sobre todo sus libros de memorias, tenía prácticamente siempre todos sus libros a la venta y cada domingo repasábamos quién o quiénes se había acercado hasta el tenderete, así como quién se había interesado por sus libros y quién los había comprado, o si algún digamos conocido entre comillas alguna cosa de sus libros, todos los domingos por la tarde servían para comentar alguna anécdota al referente. Ese ¿Cómo ha ido hoy? donde siempre había hechos a comentar, hubo un día que una mujer a la pregunta de cuánto valía un libro de Diego, respondió tirando el libro sobre la mesa, con un argumento de que el libro no vale lo marcado ofreciendo mucho menos de la mitad del precio establecido. En principio relacioné aquella mujer con el entorno de Cases del sindicato del espectáculo, y al contarle la historia a Diego de cómo había ido, cogió tal cabreó que vino durante dos domingos seguidos por si aparecía la mujer del entorno de Cases, pero no hubo éxito, lo que si paso es que a partir de aquel momento y ante el argumento de que en Mercat de Sant Antoni todo el mundo quería los libros a bajo coste se dedicará Diego a hacer un pequeño folleto que pretendía que vendiera por un euro, el resultado es que tenía que regalar el librito a los colegas o gente que se interesara por el tema y luego liquidar con Diego aquellos folletos, el negocio para mí era bastante nefasto, por suerte se cansó y edito demasiado tal vez un centenar, pero nuestras economías nunca fueron boyantes y ese pequeño porcentaje se nota en el día a día. Con el tiempo me di cuenta de que aquella mujer que yo situaba en el entorno de Cases nada tenía que ver con Cases ni con el sindicato del espectáculo, si no increíblemente era una persona que ahora pretendía ser su biógrafa, y todo cuando Diego había marcado el camino de Valeria o gente como ella o deja que lleguen nuevas generaciones con otra mirada., que la gente de vuestra generación no toques estos papeles.
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Diego repetía a veces “Antonia Fontanillas es la madre de mi hijo, pero nada más”, solo estuve con ella dos años, y he tenido otras compañeras con las que he estado muchos más años y a Jenny que he querido con mucha más pasión, hay que desvincular mi recorrido de Antonia, mi trayecto transcurre por otros senderos, es más, Antonia tenía su compañero durante muchísimos años, ella siempre aquí en España ha insistido mucho en vincularnos y Diego quería todo lo contrario, es decir, estaba harto de que todos lo vincularan con la Antonia y él pasar página de este tema.
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Al final Diego ya argumentando que estaba más con los que ya no están que con nosotros, reconociendo que él ya no pertenecía a este mundo hablo de Luis Andrés Edo de la etapa que pasamos junto en el sindicato de la Construcción y él en Gráficas, de las cenas con Carlos Semprún, de la Fragua del bueno de los Artales, etc.
después ya en la puerta me dijo “en realidad yo ya estoy más cerca de Luis Andrés Edo que de todos vosotros, vuestro anarquismo me interesa muy poco, sin embargo él, Luis Andrés sigue aportándome cosas”
Otro día más
Chao Diego
Manel: Casas Viejas, mata a la II República lleva este título un capítulo de tu libro del proletariado en Armas, estos hechos fueron en enero de 1933 y siguiendo el hilo de la República probablemente ya con anterioridad hubo momentos irreconciliables como la huelga de alquileres de 1931 y el asalto del sindicato de la construcción de la CNT o un tiempo después la Insurrección de Alto Llobregat, Sallent y todo eso en enero de 1932.
Manel: Casas Viejas, mata a la II República lleva este título un capítulo de tu libro del proletariado en Armas, estos hechos fueron en enero de 1933 y siguiendo el hilo de la República probablemente ya con anterioridad hubo momentos irreconciliables como la huelga de alquileres de 1931 y el asalto del sindicato de la construcción de la CNT o un tiempo después la Insurgencia
Diego: Sí, en aquellos tiempos había algunas dudas de las bondades de la República, la huelga de solidaridad de septiembre de 1931 fue importante el asalto al sindicato de la Construcción, era un problema de justicia y de hambre, la gente no tenía apenas que comer. No hay que olvidar el levantamiento del Llobregat y la represión brutal de aquel 1932, que mandó a Durruti y un montón de compañeros confinados a África, pero con todos estos temas del Llobregat o del sindicato de la Construcción podía haber algunos criterios divergentes, pero con el tiro a la barriga de Casas Viejas se produce el definitivo distanciamiento de aquella República, que nunca había nacido para favorecer a los obreros, era una constante donde los compañeros eran torturados sin límites en comisarías como Vía Layetana y el colmó de toda aquella aventura Republicana y de sus politiqueos fue incendiar las chozas de aquella pobre gente del campo con todos ellos dentro estando vivos, la maldita frase de “El tiro a la barriga de Manuel Azaña”, esa frase, colmo el vaso, no solo era el hambre de las familias, sino que encima no dudaban en asesinarlos de una manera salvaje, reacción de Alto Llobregat, Sallent y todo eso en enero de 1932.
Manel: ¿Cómo decidiste tirar adelante el tema de Durruti?, la revolución española con el libro de “Paradigmas de la revolución española” lo entiendo, pero un poco me imagino que al coger la dinámica de estar en la redacción de “Solidaridad Obrera” gracias a Juan Ferrer y sus compañeros, o me equivoco?
Diego: Estuve en Francia un tiempo que anduve sin militar en el movimiento libertario entre 1958 y 1959 vivía un tanto de clochard, a salto de mata lo que me permitió madurar mi personalidad, año y medio más o menos y luego un día en París andaba por la Plaza de Sant Michel me encontré con Juan Ferrer y este que era ya un viejo anarquista con mucho recorrido me insistió y al final quedamos aquella noche en casa del compañero Juan Casellas, me di una vuelta por los “Bouquinistes” al lado del Sena, a la hora convenida acudí a la cita y allí observé que aquella casa pequeña en realidad era la redacción de “Solidaridad Obrera” allí estaba Fabián Moro, Juan Casellas, Juan Ferrer, creo recordar que más tarde Casellas partió hacia Chile. Estábamos en el Bulevard 17 rue Belleville creo qué era el año de 1958 o 59 y esta es mi entrada en la redacción de “Solidaridad Obrera de París” cuando Joan Ferrer dijo “a partir de este momento ya somos 4 en la redacción de la Solidaridad Obrera” aunque todavía en aquel tiempo tenía problemas de tuberculosis y tuve que ingresar de nuevo para recuperarme.
Manel: Hostia pensaba que nunca habías tenido cargos de responsabilidad en la organización, de hechos así siempre te conocimos en la transición, ¿tuviste otros cargo en aquella época?
Diego: Naturalmente tenía treinta y pico de años y de nuevo veía que alguna cosa podía hacer y Juan Ferrer que confió en mí me dio más energía, así que a los dos meses de entrar en la “Solidaridad Obrera ” se celebró un congreso en JJLL en Toulouse donde salí con el cargo de Secretario de Propaganda de aquel Comité Nacional, el comité lo formamos Sol Pasamar como Secretario, Eduardo Ruiz Administrador, Víctor Fuentealba director del semanario “Nueva Senda” y yo (Diego Camacho) secretario de Cultura y Propaganda, también estaba Luis Pasamar que colaboraba en la prensa con nosotros.
Manel: Entiendo perfectamente que en el exilio y más desde dónde estabas en la redacción de “Solidaridad Obrera” o “Nueva Senda” había que poner la bibliografía del movimiento libertario en claro y en valor.
Diego: Ese momento, una vez estamos en el exilio había que clarificarlo todo, había pasado ya cerca de 30 años y necesitábamos revisar nuestra propia historia y por eso “Paradigmas de la Revolución” es un encargo de Juan Ferrer y de todos los compañeros que tenía al lado en aquel momento.
Manel: El tema del libro de Durruti el proletariado en Armas viene después como un gran reto para apoyar de alguna manera ¿el libro de Peirats?, y la historia que Gabriel Jackson estaba construyendo muy distorsionada, o en España Luis Romero que contaba la historia a su manera.
Diego: Todo y que el libro de Peirats, los tres tomos era una obra magna e importante había que insistir en el tema no solo de la historia de la CNT, sino en la propia revolución, por eso, el libro estaba dirigido al ámbito de la revolución, pero para construir en aquel momento el libro de “Durruti el proletariado en armas”, poco a poco tuve la oportunidad de conocer a compañeros que bien podían contarme cosas o bien tenía alguna documentación que me aproximaban a los acontecimientos que quería contar, como por ejemplo Manuel Buenacasa que me ayudó mucho a entender a Buenaventura Durruti y a Francisco Ascaso, Buenacasa murió en 1964 en Francia, pero antes me contó historia de Buenaventura en sus primeros años de anarcosindicalista, también José Mira que estuvo en la columna Durruti pudo pasarme alguna documentación, además en aquellos años coincidí en algunas ocasiones con Aurelio Fernández que volvió de México con su compañera Violeta y estuvieron en Toulouse y el sur de Francia, Aurelio me supo transmitir muy bien la figura de Durruti , bueno de todos ellos e incluso de alguno más del grupo, por ejemplo Torres Escartín y tantos otros. Tuve la suerte de contar con diversos testimonios que habían conocido la historia de primera mano, la lástima es que Aurelio una vez ya en México cayó enfermo y apenas tenía fuerzas ni ganas para contarme más cosas, seguramente si se hubiese quedado más tiempo en Toulouse hubiéramos tenido más ocasiones de hablar y conocer incluso mejor a Durruti o incluso a García Oliver.
En cuanto a otros historiadores del régimen o del partido comunista había que contestar de alguna manera, ya que estaban tergiversando la historia que nosotros mismo la oportunidad de vivir, Romero, Jackson, y no te digo nada de Ricardo de la Cierva.
Manel: Y qué tal con García Oliver, sabemos por Marianne Brull que cuando fue a Ruedo Ibérico en París pregunto por ti, y Martínez director de Ruedo después de dudar un tiempo llegó a la conclusión cuando ya se había ido de que era García Oliver, quién había estado hacía un momento en su despacho, por lo que salió corriendo en su búsqueda y a partir de ahí como resultado conocemos el “Eco de los pasos”. ¿Qué pasa con García Oliver?
Diego: García Oliver es otra historia, yo le había escrito varias cartas que tengo por ahí, intenté que otros como su amigo Aurelio Fernández intercediera, pero Aurelio estaba ya fastidiado del corazón, García Oliver, pero apenas me hacía caso y era muy reticente a contarme historias del grupo de los “Solidarios” y de toda aquella época, ante la actitud de García Oliver otros hicieron lo mismo, no diré nombres, pero también recelaron un poco al menos por un tiempo, afortunadamente vivían en Francia y pudimos limar las malas interpretaciones, Juan García Oliver no contó demasiado de lo que hay reflejado en el libro “Durruti el proletariado en armas”, da su versión en el “Eco de los pasos” refrescando la memoria después de leer mi libro de Durruti, Ascaso, que como bien sabes, el libro en definitiva es la biografía de los dos.
Manel: En España antes de que apareciera tu libro de Buenaventura Durruti corrió impreso una edición de Bolsillo de un tal Julio C. Acerete publicado también por Bruguera, hay personas que aveces se han preguntado, ¿si eras tú ese Acerete?.
Diego: Esta pregunta forma parte de la estupidez, ya que como ya te dije en otras muchas ocasiones, casi podemos decir que Bruguera publicó en castellano su edición a partir del contacto que establecí con ellos cuando me acerque por primera vez a la editorial de Barcelona y preguntar por Acerete y tener con él un careo, ya que Acerete se hizo con una copia de mi edición francesa y se limitó a mal copiar mi libro que se había publicado poco tiempo antes en Francia. Y otras estupideces corrían por ahí, como por ejemplo, no se le ocurrió nada mejor a él tal Acerete, de dar las gracias a la gente colaboradora del libro, personas que había dejado de existir como Manuel Buenacasa, Pierre Besnard, Henri Torres y Julio Grave; un desastre, pero sirvió para demostrarme que era necesario un buen libro sobre Buenaventura Durruti en este país que despertaba de un largo letargo. Acerete debía ser el seudónimo de algún corrector, traductor de la editorial Bruguera con nómina de la editorial, que por encargo o por qué el hombre probablemente vio el filón editorial del momento y metió su gamba.
Manel: Entonces, con la primera edición de “Durruti el proletariado en armas” en España de Bruguera quedó zanjado el tema, ya de Acerete en Bruguera nadie volvió a comentar nada, aunque el libro todavía aparece en los mercados de segunda mano, como el Mercado de St Antonio o las Glorias y siempre hay alguno que se acerca hasta el librero y comenta alguna cosa.
Diego: Ya te he dicho que, lo de Acerete es una anécdota, creo que era un trabajador de Bruguera que con seudónimo se aprovechó de la edición mía en francés, lo vi una vez y pusimos las cosas claras, pero no vale la pena perder el tiempo en ello. Si tú lo entiendes así como yo perfecto, si no igualmente lo dejaremos estar, lo cierto es que la edición del Proletariado en Armas de Bruguera fue una buena edición que hacía mucha falta en este país, ya que empezó a poner las cosas en su sitio y se vendió muy bien.
Manel: En mayo de 1937 a ti te coge por tierra de Lleida,
Diego: No, vivimos con impotencia lo que estaba pasando aquellos días en Barcelona, nos fuimos a Cervià cerca de Borges Blancas pocos días después a mediados de mayo de 1937, era la comarcal de la Garriga, íbamos Germinal, Liberto y yo que era el más joven, con 16 años, en una colectivización agrícola, ya que no nos dejaron ir al frente decidimos hacer alguna cosa en los pueblos que tenían el comunismo libertario, nosotros no teníamos gran idea de lo que representaban las labores del campo, pero estábamos dispuestos a colaborar, en ese pueblo ya existían prácticas libertarias, ya que aunque pequeño, ya desde antes de la guerra existían sede social de los sindicatos por lo que poco más o menos sabían lo que había que hacer, no solo eso, sino que los compañeros de aquella zona ya habían empezado la colectivización desde los primeros momentos que vieron pasar las columnas confederales hacía Aragón. O sea que al llegar ya notamos que el carácter colectivista ya estaba muy asumido por los compañeros del pueblo, pero como ya te dije alguna vez, no todos participaron de la colectividad , había algunos que pasaban de ello y vivían con su parte del terreno que podían cultivar que había quedado al margen de la colectividad, lo llamaban “régimen individualista”, también había caso de terratenientes que eran incapaces de cultivar todo su terreno con sus propias manos, sí una situación de ese calado se producía, se consideraba un atentado a la comunidad, podía ser considerado como un sabotaje a lo colectivo.
En aquella colectividad todas las tarde/ noche que recuerde había reuniones en el café del pueblo donde se decidían por lo general las tareas del día siguiente. También era frecuente que al anochecer tuviéramos alguna distracción ya fuera cine, teatro o algunas fiestas con un poco de música, en esa comunidad nosotros estábamos junto a los compañeros de las Juventudes Libertarias y nos ocupábamos de organizar charlas y debates. En la casa donde estuvimos también estaban los hijos del cacique del pueblo que tomaron la decisión de estar con nosotros.
En la colectividad los almacenes estaban en la Iglesia, y también recuerdo un molino de aceite, también colaboramos en allanar el camino o carreteras que iba hasta Borges Blanques.
Manel: Igual llegaste a conocer a mi tío Manolo Pàmpols Marco que era de Borges Blanques que ya en 1932 andaba dando mítines de las Juventudes Libertarias de Borges Blanques, creo que les llamaban “els nanos de les Borges” aunque es posible que en esa época, en el 37, él estuviera ya en Barcelona como comisario de abastos que al final creo qué tenía ese cargo durante una buena parte de la guerra.
Diego: Todo y que Lérida tiene más tradición del POUM en esa zona de Borges Blanques, Espluga Calva, etc, siempre hubo una corriente importante de compañeros libertarios ya en los tiempos de la República, pero en aquel momento éramos muchos los que estábamos en la ilusión de cambiarlo todo, de todas formas, sí tenía un cargo de “Secretario de Abastos” como dices, significa que era un compañero importante de la época, ya que ese cargo no lo tenía ningún recién llegado.
Manel: En 1938 ya de vuelta por Barcelona el sindicato del Metal al cual estabas afiliado te mando a trabajar para cubrir una suplencia a una empresa llamada “G E Julienne” que producía material de guerra estaba en Passeig de Sant Joan 70, ¿qué recuerda de ese trabajo?
Diego: Allí estuve muy poco tiempo, pero al menos el suficiente, como para qué quedará registrado en algún lugar mi nombre entre los trabajadores de plantilla, y años más tarde resultó que esta empresa aún existía en 1979 en la calle Consejo de Ciento 433, por lo que intenté por medio del compañero José Mira averiguar si había la documentación requerida, no recuerdo si a él le contestaron, pero a mí desde luego que no, fue un intento que no fructifico.
Manel: Creo recordar que hace un montón de años te acompañé una vez, puede que sea al poco de instalarte definitivamente de Barcelona que tenías una documentación bastante interesante sobre el mayo del 68 que intentaste vender al CEHI. ¿Cómo fue la cosa?.
Diego: Eso fue en 1979 como sabes aún no estaba del todo jubilado y tenía que hacer frecuentes viajes a Francia entre otras cosas para cobrar una pequeña pensión, y de paso ver a mi compañera de entonces o sea aún no me había instalado definitivamente en Barcelona y necesitaba dinero el libro de Durruti hacía poco que había salido y de la editorial costaba que llegará el dinero, por lo que intente vender aquella documentación, era un buen dossier, casi todo en francés, pero no supieron valorar aquella documentación, el dossier que les tenía preparado, la gente en España no tiene esa cultura y mayo de 1968 no interesaba lo suficiente y al parecer sigue sin interesar demasiado, solo superficialmente para llenar un artículo en momento puntual de efemérides, después nada.
Manel: Hubo un intento por parte de varios exiliados libertarios y me imagino que también de otros republicanos que sufrieron las consecuencias de la segunda guerra mundial que pretendieron denunciar al gobierno alemán para tener una indemnización, ¿sabes alguna cosa de eso?.
Diego: Si, probablemente era mucho más fácil si tenías la nacionalidad francesa, pero también era posible si tenías la nacionalidad española, y como sabes yo estuve en los campos de concentración y después trabajando obligado en pelotones de trabajadores en la línea de Defensa Nazi en Burdeos. Me cogieron en una redada sin papeles, no podía justificar nada, por lo que queda claro que estuve preso de los Nazis. Pero para conseguir alguna prestación del gobierno alemán teníamos que acreditar una larga enfermedad, de al menos 6 o 7 años entre los años de 1942 en adelante, yo podía justificar mi tuberculosis por lo que seguro que podía insistir en esa vía. El movimiento libertario llevó este tema con mucha discreción. Las oficinas del refugiado estaban en 159-161 de la Avenue Charles de Gaule de Neuilly sur Seine en París. Pero al final no se consiguió nada, yo al menos por esa vía no vi un duro.
Manel: ¿Entonces no se consiguió nada por esa vía, del gobierno Alemán?
Diego: Principalmente era Jaime Amorós quien llevaba el tema, este compañero por parte de la CNT se lo tomó muy en serio, pero no se consiguió gran cosa, pero al menos el intento ya fue interesante, y al menos se visualizó que había un colectivo de gente en Francia que había pasado por los campos Nazis, por qué en aquella época muchísimos compañeros adquirimos muchas enfermedades, en aquel tiempo en que escaseaban los alimentos y la higiene era deficiente, era fácil coger cualquier enfermedad venérea, ya fuera en los campos de concentración o en los batallones de trabajadores, se pasaron muchísimas calamidades y encima comíamos fatal. Arrastré una tuberculosis hasta bien casi finales de los 50, y de nuevo recaí casi al final de aquella década ya en Francia. Cuando salí de la cárcel en España conseguí por un tiempo una cartilla de la Caja de Pensiones del Instituto antituberculoso Francisco Moragas fundador de la Caixa, que tenéis al lado del Ateneu Enciclopèdic, en el Passeig de Sant Joan, pues bien, allí tenía mi médico referencial, hasta que pude huir a Francia.
Manel: ¿Cómo fue el tema de la Tuberculosis llegaste a curártela?
Diego: Bueno, siempre quedan secuelas y son enfermedades que cuando menos la esperas vuelve a brotar, así paso por ejemplo cuando ya estaba en Francia casi un año entre febrero del 1956 a enero de 1957 hospitalizado en el Sanatorium Departamental Etienne- Clémentel, à Enval (Puy De Dôme), tuve algo de suerte en poder ingresar durante un tiempo en ese centro y poder prácticamente curarme, era un centro qué había estado inaugurado en 1934, luego volví a recaer.
Manel: Veo que el congreso Eucarístico en 1951 no te pilló en Barcelona
Diego: No sé si afortunadamente o por desgracia, pero en el Congreso Eucarístico creo recordar que en aquel momento estaba en el Sanatorio Antituberculoso penitenciario de Cuéllar tratándome la tuberculosis después de pasar por la Modelo.
Manel: Yo recuerdo que te conocí el primer día que llegaste de París a Barcelona era posiblemente a finales del 76 cuando después de una reunión o asamblea del sindicato de la Construcción en la calle Hospital nos fuimos a cenar y después a continuar por algún otro evento de la noche, conocer a compañeros de aquí o de allá, entonces eran como siempre largas, muy largas, las noches, aquellas sobremesas, aunque también recuerdo que ibas y venías con asiduidad entre París y Barcelona cada mes tenías que viajar por asuntos económicos o temas con tu compañera.
Diego: Si, por aquellos años mediados de los setenta aún tenía mi residencia en Paris el 42 rue Raymond Losserand 75014 de Paris ya tenía uno de los dos seguros que conseguí en Francia, necesitaba estar presente, ya que llegaba un talón al domicilio para poder cobrarlo y en Barcelona contigo y otros compañeros había mucho de qué hablar en ese momento como bien recuerdas a Andrés Edo, Carlos Semprún, Nunes, el Chato y tantos otros.
Manel: Una vez en Francia ya eras de nuevo Diego Camacho Escamez, aunque estuviste creo, en calidad de refugiado gracias a un artículo de la convención de Ginebra sobre este tema que se firmó en 1952 y creo que en junio de 1979 fue ya derogada esta ley por el gobierno francés a finales de los 70 y tú tuviste la posibilidad en este momento de adquirir la nacionalidad francesa, por qué no te quedaste con esa doble nacionalidad que implicaba probablemente mayores beneficios?
Diego: Si en ese momento ya estaba prácticamente instalado en Barcelona era en 1979 y decidido a quedarme por lo que apenas preste atención a ello, pude haber tomado la nacionalidad francesa, pero entonces aún creía que en España, Barcelona era mi lugar, donde aún podía hacer cosas interesantes, si no al menos tenía la esperanza de que el anarquismo renaciera con fuerza.
Manel: En Francia alguna vez me habías contado que todo y estar afiliado a la CNT Española también estabas para temas sindicales en la CGT FSM supongo que para temas estrictamente sindicales, ¿cómo iba la cosa?
Diego: Bien, Exacto por ejemplo en Mayo del 68 trabajaba en una gran imprenta y estaba sindicado a la “Intersyndical du Livre Parisien” que de alguna manera formaba parte del sindicato CGT que en Francia está central sindical está dominada por los comunistas, estaban bien organizados, esto servía incluso como caja de resistencia y el 20 de mayo del 1968 pude cobrar una parte de mi sueldo que salía de la caja de resistencia gracias a mis cuotas anteriores, había pasado más de 20 días en las calles de París con los jóvenes estudiantes y los obreros de las fábricas, en muchos momentos pude dedicarme a repartir propaganda libertaria entre ellos.
Manel: En el último de los viajes a Japón no tenías las cosas claras o al menos tenías un cierto respeto al viaje y miedo de quedarte por el camino, ya tenías una edad y podían pasar cosas, es demasiado largo el camino, pero me emocionó cuando en tu pensamiento además lo dejaste por escrito de que una buena parte de la documentación que siempre han guardado con mucho celo, tus memorias de 1953 a 1967 lo relativo a Ada Martí y Francisco Ascaso etc y también al CDHS y los derechos de autor que siempre entre nosotros resulta una cosa algo extraña quedasen en mi custodia. Por lo demás recuerdo perfectamente como cuando descubriste que tenías una serie de derechos por ser mayor en los aviones lo aprovechaste, recuerdo primero las idas y venias para acompañarte hasta el aeropuerto te acostumbraste como un niño a pedir una silla de ruedas para subir al Avión.
Diego: Mi primer viaje al Japón fue en 1987, allí tuve ocasión de conocer muchos compañeros a Misato Toda qué bien conoces y es una estupenda compañera al igual que su compañero en aquel primer viaje incluso tuve la ocasión de entrevistarme en un hotel de Hong Kong con un anarquista Chino en clandestinidad, fue un encuentro un tanto especial y muy bien preparado por qué él no podía tener contacto con un occidental, pero este último viaje ya fue a principios del 2002 y ya mis fuerzas no eran las mismas, ya tenía más de 80 años y aunque me gusta viajar, este viaje ya no lo hice como quisiera, recuerda que hicimos un documento testamento que todavía es válido, como bien sabes después de este viaje ya nunca más viaje solo siempre iba acompañado y tú viniste conmigo a Italia y por Galicia en más de una ocasión y Dieter Gebauer por descontado que me llevo por media Europa y otro compañero vinieron por qué tú en esa época trabajabas.
Manel: Cómo fue la decisión de crear el Centro Ascaso Durruti en Montpelier 25 Rue Kavier Dezeuze.? Veo que fue inaugurado el 21 de junio de 1996
Diego: Me hubiese gustado mucho que la Biblioteca se hubiese quedado en Barcelona y la mejor opción eráis vosotros, el Centro de Documentación Histórico Social, pero eso no podía ser, por lo que hubo de buscar soluciones y Montpelier ofreció la oportunidad allí había una serie de compañeros que se hicieron cargo de la Biblioteca y por eso está en ese lugar, pero no fue fácil, ya que hizo falta conseguir un dinero que no teníamos y con el esfuerzo de los compañeros se pudo compra e invertir en una finca que hizo la función de Centro de Documentación, y allí en Montpelier está esperando que la gente vaya a leer los libros.
Manel: No hay espacio en el Centre de Documentació Històric Social, hasta que no consigamos un lugar más adecuado para tus libros y la documentación recuerdo cuando me pediste que al menos hiciéramos una sala “Ascaso Durruti” pero tampoco pudo ser, en fin, algún día me gustaría visitar la biblioteca en Montpelier porque no he tenido ocasión por el momento de visitarla.
Diego: Es un espacio bien acondicionado, además conoces a más de uno de los compañeros que están en ese proyecto, ves seguro que te gustará el espacio.
Manel: En Barcelona en la casa que siempre has vivido en esta última etapa de tu vida en la calle Verdi 109, pero anteriormente también en Gracia, estuviste en otro tiempo en otra vivienda.
Diego: Si al principio estuve con un compañero del sindicato de gráficas que creo colaboraba en “la Solidaridad Obrera” que si no recuerdo mal se llamaba Héctor y era argentino allí vivimos unos pocos años en Torrent de les Flors 69, aquella vivienda tenía las puertas abiertas y por allí pasaron infinidad de compañeros y compañeras de todas los lugares del mundo, era un continuo trajín, con miles de historias algunas muy interesantes, fue una etapa vivencial, como también lo ha sido y está siendo este piso de Verdi.
Manel: Una de tus últimas ediciones aparte del Durruti fue un libro que edito Flor del Viento donde también participó un poco el Centro de Documentación Histórico Social, ya que por aquella fecha le pasamos los dibujos para su reproducción del SIM de la revolución española que ilustran el libro.
Diego: Si con Serrano director de la editorial Flor del Viento hicimos una nueva versión de paradigmas, es decir: “La guerra de España: Paradigma de una revolución: Las 30 horas de Barcelona” y los dibujos de SIM complementaban muy bien la edición, era ya en 2005, en esos casos aunque firmes un convenio, después se hace difícil completar ese contrato, pero de momento conseguí 2500 euros que me fueron muy bien en aquel momento, en este país se lee muy poco y las ediciones comparadas con Francia son muy raquíticas por lo que Serrano aún se portó muy bien conmigo.
Manel: Bueno creo que era un libro que ya tenías hecho solo cambiando un poco el nombre y darle un nuevo aspecto, o qué?
Diego: Ya, eso no importa la primera edición estaba más que desaparecida, había que difundir y publicar de nuevo y Serrano me ofreció la oportunidad en un tiempo que era difícil editar y aunque ya no tenía problemas económicos había que pagar las facturas del gas, en los años 80 y 90 no era demasiado fácil editar y yo tuve que autofinanciar mis propias ediciones y luego la distribución lo cual no era fácil y muy pesado para mí, por lo que en la década de los primeros 2000 la cosa empezó a ser algo más llevadero, editando con el Cenetilla que estaba aquí en Gracia no era fácil, pero lo tenía más a mano y suerte que algunos compañeros del oficio colaboraron y tú entre otros vendiendo libros en el mercado cada domingo.
Manel: Bueno sigo. En 1949 estás en la cárcel y en tu cumpleaños un compañero te escribe un poema y era el 12 de agosto de 1949 y dice el poema:
Fino y erguido, de andar enérgico.
Muy decidido, parco ademán,
Tiene los rasgos que más aprecio,
Mi gran amigo, el buen Santany,
La frente Alta, noble mirada,
Es prototipo del luchador
que dá su vida con la esperanza,
que es un ideario siempre el mejor.
Nada ambiciona pues en su pecho,
nunca se alberga un ansia ruin;
sino al contrario siempre dispuesto,
de sacrificios es paladín.
Tiene un lenguaje fácil y ameno
cuando defiende la libertad…
tiene los rasgos que más pareció
mi gran amigo el buen Santany…
firma A. Asesorni?
D: Si era un compañero que estaba en nuestra celda, pero ha pasado tanto tiempo que no recuerdo bien y apenas le puedo poner cara, pero el poema ahora que lo vuelvo a leer esta bien, no desmerece.
(continuara)
Manel Aisa Pàmpols
Voluntades de Abel Paz, Diego Camacho Escámez para el momento de su muerte.
Jamás se me hubiera ocurrido publicarlo por el poco interés que pueda tener, ya que siempre ha sido público, pero por la intromisión de gente indeseable para mí como Fernando Cajal que ha hecho caso omiso a la voluntad de Diego Camacho me veo en la obligación de hacer público, por lo demás, que cada uno haga lo que quiera.

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11 agosto 2020 por manelaisa | Editar
Voluntades de Abel Paz, Diego Camacho Escámez para el momento de su muerte.
Jamás se me hubiera ocurrido publicar este documento por el poco interés que pueda tener ya que siempre ha sido público, pero por la intromisión de gente indeseable para mí como Fernando Cajal
que ha hecho caso omiso a la voluntad de Diego Camacho
me veo en la obligación de hacerlo público ,
por lo demás, que cada uno haga lo que quiera.

