PRESENCIA INTERNACIONAL DELANARQUISMO
Artículo Publicado en el folleto de presentación de las Jornadas “Anarquisme exposició Internacional” celebradas en Barcelona del 27 de septiembre al 10 de octubre de 1993.
Esta exposición sólo pretende recoger unas pinceladas de la historia más reciente del anarquismo Internacional y tratar de esbozar en este limitado espacio los momentos más significativos de un movimiento que ni tan siquiera es una ideología, sino un pensamiento del hombre/mujer que trata de anular todo cuanto se encamina hacia la anulación del individuo. Es decir, que el anarquismo precisa de un compromiso entre el individuo y la comunidad para poder combatir lo irracional e inhumano del sistema en que vivimos.
Por ello, es significativo que dentro del movimiento libertario, tienen su sitio las utopías, la acción directa, los teóricos, los organizativos, individualistas, etc.
Max Netllau sitúa el origen del anarquismo contemporáneo en la obra de William Godwin que en 1793 (ahora hace 200 años) publicó “Investigación sobre la justicia política”, texto que pone en cuestión las leyes Victorianas de la época y trata, en cambio, de acercarse a las leyes dictadas por la naturaleza.
Pero unos años antes de que Godwin editara su libro, ya Robert Owen tenía sus primeras experiencias autogestionarias, primero con los “Towns Ships”(Municipios Libres) y luego ya en EEUU con su New Armony que tendría una larga duración de más de 60 años. Y poco más tarde al inicio de la revolución Industrial en Inglaterra el movimiento Ludista hace una fuerte resistencia a la máquina y a la fábrica porque a causa de ellas el hombre se convierte en obrero y consecuentemente se anula el individuo.
En esta etapa contemporánea fue Proudhon quien primero le dio un significado a la palabra”anarquía” es “Estado armónico, resultante natural de la supresión de todo aparato gubernamental”, más tarde Sebastián Faure quiso conceptuar más su diferenciación con “El principio de autoridad es el mal; el principio de libertad es el bien” pero fue el geógrafo y científico Eliseo Reclus quien mejor expresó el significado de anarquía, cuando nos dice:”La anarquía es la más alta expresión del orden”. A partir de aquí, los desprotegidos, los sin gobierno tratan de organizarse, máxime cuando Proudhon nos convence de que la propiedad no existe “La propiedad es un robo”. Incluso Carlos Marx acérrimo enemigo de las teorías Proudhonianas muestra en esta ocasión su aprobación a dichas conclusiones.
En 1864 nace en Londres la Asociación Internacional de Trabajadores con un manifiesto llamado “de los sesenta” al que responden los franceses seguidores de las tesis de Proudhon por no sentirse plenamente identificados.
En 1866 la Internacional celebra su primer congreso donde quedan sentadas las bases (estatutos) de su trayectoria por la emancipación del hombre, resaltando su lucha por las ocho horas de trabajo como uno de sus principales objetivos a conseguir en prioridad, considerando el tiempo de ocio restante como fundamental para la intelectualización del obrero. En este congreso ya se entrevén las dos corrientes de la Internacional, los Bakuninistas y Proudhonianos partidarios del antiautoritarismo y los marxistas partidarios de la dictadura del proletariado, aunque el fin, en principio parece el mismo para ambos.
Uno de los momentos más culminantes del proletariado mundial lo encontramos en las jornadas de la Comuna de París en 1871 (18 de marzoa 27 de mayo) donde toman parte activa de la revolución los internacionalistas Tolain, Varlin, Coubert, Louise Michel, Jules Valles, etc. Todos ellos muy en la línea Federalista de Proudhon. Pero la revolución fracasa cuando por la fuerza de las armas entran en la ciudad las tropas de Thiers. La represión será feroz, con un balance de 20000 ejecuciones, 47000 procesos, consistentes en una gran deportación a Nueva Caledonia.
En 1972 en el Congreso de La Haya se produce la definitiva escisión de la Internacional entre marxistas y antiautoritarios, estos últimos terminan de celebrar su congreso en Sant Imier. A partir de este momento las dos corrientes se separan finalmente remitiéndose al juicio de la historia. Un bello sueño parece truncarse, la división de la clase trabajadora es un hecho. Poco tiempo después viendo imposible la unificación de los trabajadores el desencanto asoma en personas como James Guillaume que nos dice: “Ha empezado u periodo de reacción cuyo fin no vivirá probablemente la presente generación(…) es inútil querer lo imposible. Debemos ver la realidad tal como es y darnos cuenta que por el momento las masas populares no desean el socialismo”, los anarquistas se han convertido en pieza de caza de toda ideología, religión o Estado, siendo uno de sus principales instigadores el propio Marx y Engels con su carta llena de ignominias dirigidas a la Alianza Democrática de Bakunin y James Guillaume. Que en cierta manera el propio Bakunin contesta a Marx con sus escritos en “Estatismo y Anarquía”.
Sin embargo el fin de siglo está en plena ebullición y las ideas anarquistas en pleno apogeo, han arraigado en la juventud que cree próxima la revolución, es el caso de Malatesta y otros e incluso de intelectuales como el conde de Tolstoi , Piotr Kropotkin, etc. Las injusticias se suceden en todas partes donde se instala el capitalismo industrial, prueba de ello son los acontecimientos de Haymarket que darán lugar a los mártires de Chicago que hoy todavía recordamos con el 1º de Mayo.
Así pues, los acontecimientos arrastran al hombre que con frecuencia pasa de la teoría a la acción como única arma de defensa frente a un Estado que opresiona cualquier iniciativa de emancipación.
Los anarquistas se definen en numerosas tendencias: anarco-comunistas, anarco-individualistas, anarco-cristianos, anarco-colectivistas, anarco-sindicalistas, etc. La revolución se acerca y todos la sitúan en una sociedad industrial como Inglaterra, Alemania o Francia, pero sin embargo estalla donde menos la esperan en 1917 en la Rusia de los Zares.
En un primer momento anarquistas y bolcheviques parecen caminar juntos en la aventura revolucionaria pero poco a poco el programa bolchevique con sus entresijos subterráneos se impone por la fuerza de las armas a sus propios aliados los anarquistas que son prácticamente eliminados de la geografía rusa con la insurrección de Cronstadt aplastada por las tropas dirigidas por León Trotski en 1921 y el aniquilamiento de las tropas de Néstor Makhno en Ucrania.Los anarquistas rusos tendrán de nuevo que exiliarse, abarrotar las cárceles o conocer el rudo clima seberiano como anteriormente lo hicieron sus predecesores en tiempos del Zar, Bakunin, Kropotkin,Herzen, Nechaev, Ogarev,etc.
Al otro lado del Atlántico, en México en 1910, Emiliano Zapata se revela al grito de “Tierra y Libertad” para los campesinos, en Estados Unidos, Nicolás Sacco y Bartolomé Vanzetti son detenidos y acusados de robo y asesinato, juzgados y condenados sin prueba alguna que justifique su relación con los hechos, son ejecutados por el único delito de ser anarquistas, pese a una gran campaña que arrastra multitudes en toda Europa y América. Sólo cincuenta años más tarde la justicia americana reconoce su error y trata de justificar lo injustificable.
A partir de este momento el gran reducto del anarquismo pasa por la Revolución española.
Pero el germen ha impregnado toda la sociedad industrial, desde la Pampa Argentina, hasta el Oriente japonés, pasando por Norteamérica y la vieja Europa, donde el Mayo francés crea la última de las ilusiones vividas por decenas de generaciones de hombres y mujer que cargados de derrotas no se resisten a perder su libertad de individuos libres frente a las ideologías dominantes, el Estado (con todos sus tentáculos) y la religión.
En esta nueva era tecnológica cuando el muro ya ha caído y el anarquismo está fragmentado en pequeños grupos de resistencia al sistema irracional imperante, recibe los coletazos de la propaganda capitalista que trata de inmiscuir a toda la llamada izquierda en el desastre del “capitalismo estatal” sin tener en cuenta que el movimiento libertario ya estuvo en desacuerdo con la dictadura del proletariado en los primeros compases de la 1ª Internacional. Es por ello, quizá, que se deba retornar a recuperar el debate a partir del Congreso de la Haya, por supuesto con todas las experiencias adquiridas anterior y posteriormente al congreso.
Manel Aisa
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En los periódicos de la época, La Confederación General du Travail ya difundía la exigencia de los trabajadores, de que la jornada laboral fuese reducida a ocho horas, como una de las conquistas prioritarias frente a la burguesía.
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A principios de siglo en la revolución Mexicana y al grito de «Tierra y Libertad» se levantó el pueblo que era masacrado sin escrúpulos. La foto recoge el momento de la ejecución de Fortunato Samaro y sus compañeros en 1916.