Manel Aisa Pàmpols
Artículo publicado en la revista Libertaria «Orto» nº 210 , octubre de 2023
El 7 de enero de 1942, tuvo la resolución de su consejo de guerra, José Carrillo Rodríguez, celebrado 2 días antes, al parecer aquel día estaba solo en el banquillo de los acusados, cuando en aquella época era muy normal celebrar un consejo guerra en grupo, aunque no hubiera una relación conjunta directamente, pero, por causas que no llegamos a entender, está vez, José Carrillo, estaba solo, delante de todo el aparato militar que era capaz en aquel momento el Estado, representado por la IV Región Militar destacamento de Urgell.
Por las acusaciones que tenía en su expediente, José Carrillo Rodríguez todo indicaba que acabaría en el conocido y maldito Campo de la Bota, pero las cosas no siempre son como uno cree que serán, no olvidemos que estaba acusado de participar en el asesinato de personas de ideología derechista, además de expropiación de imágenes religiosas, se le había visto en las patrullas de Control junto a Aubi y Donato Marciano, Francisco Crisol, Jaime Dam, Jaime Berenguer, José Guardiola, Manuel Isamat, José López y otros muchos hombres de la CNT-FAI y de las Juventudes Libertarias que de la noche a la mañana tuvieron que poner ojo avizor a los quinta columnistas que en Cataluña, había quizá demasiados en número, y era evidente que, en un espacio revolucionario alguien tenía que vigilar el fascismo interior.
Pero, el fascismo vive de la sangre de los obreros, y eso solo daba pie, en 1939, a pesar, que otros, con mucho menos historial, terminaban en ese espacio fatídico de Sant Andrian del Besós tan tristemente recordado.
Como la gran mayoría de los arriba citados, menos Aubi que cayeron en las garras del fascismo en Badalona, y no tuvieron tiempo de poner tierra de por medio, es decir, cruzar la frontera con Francia, vivir en los Campos de Concentración y subsistir a otra guerra tan o más feroz que la guerra civil.
José Carrillo Rodríguez, nació el 1 de marzo de 1920, en Badalona, sus padres eran Francisco Carrillo y Magdalena Rodríguez, y vivía los tres y otro hermano de José en la calle Vía Vall Llabreda 36 de aquella ciudad, al parecer y según cuentan los vecinos, la más radical de aquella familia era, la madre Magdalena que, aunque no tenemos demasiados datos de ella debía trabajar como su hijo en la fábrica de Cordelería del Sr Domenèch que no debía estar demasiado lejos del domicilio.
Seguramente José Carrillo estuvo influenciado con la trayectoria de un viejo militante anarquista de Badalona como era Joan Manent y Pesas, pero también por el gran temple de José Berruezo que llegó a ser el alcalde de Badalona en plena conflictividad. Pero volviendo a José Carrillo, de lo poco que sabemos es que en abril de 1936 se afilió a la CNT, aunque es seguro que al menos un año antes ya andaba con los compañeros de las Juventudes Libertarias de aquella zona, Badalona, Sta Coloma , etc. Y seguro que frecuentaba las tertulias que provocaban jóvenes algo mayores que él como eran Juan Romero Ruiz, Ángel Dominguez, Consuelo Calomadre, José Martínez, María Faig, Juan Estadella, Miguel Guirao, y otros muchos que componía en aquel momento álgido de las Juventudes y sus espacios libres, como el Ateneo Obrero del barrio de la “Salut”, donde la racionalidad de un mundo que trataban de construir sin obedecer ni mandar, sino con la plena responsabilidad de cada uno, o también el barrio de Artigas y sus Juventudes Libertarias.
Los primeros momentos de la revolución José Carrillo se echará a las calles de Badalona con un fusil que seguramente consiguió en el propio sindicato o en las mismas Juventudes Libertarias, la euforia en ese momento era mayúscula, y nos da pie a recordar a nuestra estimada Concha Pérez que, en el otro extremo de la periferia de la gran Barcelona, Badalona, Hospitalet, bien Concha Pérez siempre explicaba que con la euforia del momento fueron al asalto del cuartel de Pedralbes, sin ninguna arma, al llegar allí se dieron cuenta de que no llevaban nadie ni una pistolita y enfrente tenía a todo un ejército, lo cierto es que tuvieron que volver a buscar las armas, que nunca fueron necesarias, algo parecido al menos a José Carrillo le paso en Badalona, ya que nos advierte en los escritos que han llegado hasta nosotros que nunca llegó a disparar un solo tiro aquellos días.
Después marchó con la Columna Durruti, hasta el frente de Aragón, donde apenas estuvo dos meses. A la vuelta a Badalona, podemos considerar que tenía multiempleo, ya que volvió a trabajar en la Cordelería Domènech esta vez ya estaba colectivizada, pero de él, apenas sabemos que estaba de delegado de las colectivizaciones con el propio ayuntamiento y no solo eso, sino que durante un tiempo se dedicaba a hacer guardias en la Casa CNT FAI de la Vía Durruti, por lo que entendemos que, llegó a conocer o al menos saludar a la flor y nada del anarquismo internacional del momento. Ya en 1937 el Sindicato Textil y Fabril de Badalona lo avala para que vuelva a la fábrica donde ya antes había trabajado y consecuentemente se reincorpora a los trabajos de la cordelería. Concretamente, era el primero de febrero de 1937 y avalado y firmado por el Secretario del Sindicato J. Costa.
Hacia el final de la guerra, ya en el 38 le toco ir al frente por Quinta y entonces, era un soldado forzoso de la 120 Brigada de la 47 compañía. El dos de enero de 1939 fue hecho prisionero en Artesa de Segre, por lo que no tuvo tiempo de exiliarse, como otros muchos soldados de aquella zona que sí lo consiguieron pasando por Tour de Carol o pueblos fronterizos de aquella zona.
Pero bien, él y muchos más cayeron detenidos en la retirada, hecho prisionero en un principio fueron enviados a zona castellana donde el gobierno de Burgos disponía ya de sus campos de Concentración como el de Miranda de Ebro por el cual pasaron muchísimos anarquistas y republicanos, de los primeros interrogatorios que tuvo en aquel momento se desprendía que era un soldado llamado por la quinta por lo que no había más que cumplir los requisitos y volver a hacer la mili, pero las cosas empezaron a complicarse cuando desde Miranda pidieron un informe a la guardia civil de su lugar de nacimiento Badalona, y esta , empezado a hablar en el argot, “franquista castrense” donde era señalado como una persona muy mala, que había hecho muchísimas perrerías en el periodo revolucionario del 36.
Del Campo de Concentración de Miranda de Ebro salé el 14 de abril de 1939 y en aquel momento lo mandan con destino al Campo de Aviación de Tetuán hasta el 21 de diciembre de 1939. Después Badalona, y la Modelo en Barcelona.
Una de las acusaciones era señalado como un miliciano que había registrado una casa de una quinta columnista religiosa, donde al parecer se llevaron de la misma casa objetos para el culto religiosos, y diversos objetos de valor, después el hecho de pasar por Lleida en el momento en que al parecer hubo, muchos fusilados, como dando a entender que era uno de los que se dedicaban a fusilar, sin ningún tipo de prueba.
Pero, hemos de recordar que, al mismo tiempo, llegaban las noticias de la fuerte represión que nunca se ha esclarecido, de la represión que desde primer momento había dirigido en la zona del gobierno de Burgos, por el simple hecho de ser maestro, o poeta, sin duda, estaban en guerra, hermanos contra hermanos, el despropósito era mayúsculo, pero había algo más en juego y eso se llama “lucha de clases”, que de alguna manera todavía generación tras generación, todavía se está pagando.
Otro de los hechos de los que se le acusaba era a raíz de la muerte de un prohombre de Badalona P.E. que al parecer había brindado con champán y celebrado la muerte de Buenaventura Durruti, eso provocó la ira de los anarcos de Badalona, que de alguna manera se vengaron de aquella estúpida muerte con otra no menos estúpida, pero al parecer fue, así, son momentos de cólera de una guerra que una vez entendemos que no hay revolución es simplemente un desgaste de insensateces que no van a ninguna parte, pero lo cierto es que Puig E. dejo la vida en los lavaderos de “Can Trencalós” un espacio conocido del Maresme no muy lejos de Badalona, el hecho es que parecer que, José Carrillo aunque no intervino en la historia si vio, lo que estaba sucediendo, por este motivo el fiscal le pedía la pena de muerte, aunque ya todos sabemos a esta altura que la pena de muerte para el fascismo estaba más que justificada con el hecho de haber ido voluntario en la columna Durruti.
Restará como abandonado en la Modelo de Barcelona, o mejor dicho, ya que estuvo en el Pabellón de las Misiones de la plaza España de Barcelona, donde sirvió por un tiempo de prisión, donde, hasta el 7 de junio de 1940, no se le tomará ninguna declaración oficial, y donde se empezará a instruir su Causa General.
En esta declaración poco más o menos sale toda la información que hemos puesto en negro sobre blanco anteriormente, pero también sale una acusación un tanto sorprendente cuando los franquistas le echan en cara que, cobro salarios que no trabajo, eso solo tiene una lectura que los miedos inundaban las ciudades del país en aquel 1940 y todo eran chivatazos que enturbiaban la vida de las familias, que aún más se achicaban. Y diez días más tarde, el interrogatorio ya mucho más serio de Comisaría de Policía en Via Laietana 72, con Polo, y Quintela dirigiendo la orquesta, “hostia arriba hostia abajo”.
A partir de aquí, silencio y esperar un Consejo de Guerra que se celebró el 5 de febrero de 1942, un consejo de guerra que llamaron ordinario número 13541 y donde el fiscal pidió la máxima pena, o sea la pena de muerte, pero como el procesado era menor de edad en julio de 1936, no se le podía aplicar, la máxima pena y por ley, le correspondía la siguiente pena en el alcalímetro militar por lo que al final fue condenado a 20 años de reclusión menor. Recordemos que había nacido el 1 de marzo del 20, por lo que tenía poco más de 16 años.
Había salvado el pellejo, por su juventud, y fue enviado a un campo de concentración y de trabajo para purgar su pena, destacamento de Anglés (Girona). (batallones de trabajadores) el Pasteral, igual se trata de la construcción del pantano de Pasteral y sus alrededores, donde por el momento poca información tengo tan solo conozco el nombre de otros presos que pasaron por allí, como era Jaime Altadill Baiges nacido en Tortosa y Antonio Prior López.
En el Pasteral 12 de junio de 1943 se concede la libertad condicional con destierro, pero en ese momento él ya estaba casado y su compañera vivía en la zona, y seguramente ya se había habituado a esa nueva vida, por lo que pidió trabajar en el Pasteral, pero esta vez “como hombre libre”, y creo que lo aceptaron, no tuvo la libertad definitiva hasta el 28 de diciembre de 1958. Entonces, si ya podía ir donde quisiera, había pagado, con creces, su ilusión por construir un mundo mejor, entre iguales.
Y nosotros ahora sí sabemos el porqué, no fue fusilado, tal como pedía el fiscal de su causa.
